Tortoise

Nueve años de ausencia y todo se desarrolla como si el tiempo no hubiese transcurrido: un hipnótico y combinado compás de batería y bajo, ráfagas de acordes de guitarra, un electrónico cambio de registro que impulsa la composición y ese retorno al motivo inicial antes de concluir con un gesto de distorsión. Tortoise expanden las sonoridades instrumentales que patentaron hace tres décadas bajo la etiqueta post-rock y retornan ahora, retando al anacronismo y nutriéndose de nuevo de jazz, minimalismo, krautrock y electrónica en una composición que toma su nombre de un elemento químico perteneciente al grupo de los gases nobles; también rompiendo su tradicional alianza con Thrill Jockey para impulsarse en la de dos sellos que aúnan ayer y hoy de distintivas propuestas: Nonesuch e International Anthem.

El vídeo que adelanta la edición de su nuevo álbum se alinea con la modulación sugerente, circular y armónica de la pieza, intercalando perfiles humanos, animales, geométricos e industriales con fondos abstractos amigos de un tenebrismo que insinúa correspondencias con la presente coyuntura política y social. Una deconstrucción de la realidad a la que Tortoise aportan su cuño en un gesto tan continuista como identitario en el que incluso repiten formación de su último álbum, “The Catastrophist” (2016), con Jeff Parker a la guitarra, los sintetizadores de Dan Bitney, el bajo de Douglas McCombs, la batería de John McEntire y las percusiones electrónicas de John Herndon.

Producida por el grupo de Chicago, “Oganesson” ha sido grabada y mezclada por McEntire en estudios de Los Ángeles, Portland y el propio Chicago en lo que supone un retorno ajeno a paradigmas y tendencias, dispuesto a regenerarse fiel a sí mismo antes que a los demás. ∎