Bueno… Yo en Barcelona no he vivido. Voy mucho y era mi primera opción junto a Berlín, pero no he llegado a vivir ahí.
Sí, sí. Voy un montón. Tenemos residencia en el Human de Razzmatazz y siempre salen bolos. Cuando vamos, nos quedamos una semana porque nos lo pasamos muy bien. Algunos de mis mejores amigos viven ahí y hasta me invitan a eventos de marca.
Ya, cuando estás en la calle todo el día y vas a los sitios en los que está todo el mundo la peña te ve mucho. Pero no, me vine directamente a Berlín porque, aunque me gustan mucho las dos ciudades, aquí tuve una oportunidad. Unos chavales se iban de un piso y la casera nos dijo que nos lo dejaba a una amiga y a mí. Con lo complicada que está aquí la situación de las casas dije
“mira, me puedo ir a vivir superguay a un piso con un contrato a mi nombre con una amiga y en un barrio al que quiere ir todo el mundo… Vamos a aprovechar”.
Es imposible. La gente se pega siete u ocho meses buscando un piso. Es
heavy. Berlín se ha puesto muy de moda y hay mucha gente que quiere venir a vivir. También depende de qué barrio. Pero si quieres vivir en el meollo, está imposible. La gente va mucho de
sublet en
sublet y no sueltan el contrato de su piso porque es muy complicado conseguirlo, así que va realquilando.
Sigue siendo creativa, pero la gente dice que es distinta. Antes, gracias a la legislación, había una escena de club muy intensa, una comunidad y un espacio muy loco para que la gente volara y dejara crecer las ideas pasando de todo. Pero ahora está la moda de la música electrónica y las redes sociales... El que pincha en el Berghain se hace la foto en la puerta rollo “soy superhot”. Hay un
postureo Berlín, con los TikTok
ravers, por ejemplo, que antes no existía. Antes tú ibas al Berghain y nadie te conocía y te volvías
toa loca. Que, bueno, esto te lo dice alguien que fue al Berghain por primera vez hace un año. Pero, tal y como me han contado, y yo lo puedo sentir, el Berghain ahora es de gente muy guay y muy guapa. Tienes que ser
cool. Hay algunos círculos que han triunfado, con gente que ya es famosa dentro de una escena underground y otra gente que quiere hacer lo que hacen ellos y llegar a donde están ellos. Y así se empieza a generar este clima de
social climbers en el que no lo haces por tu pureza y por tu arte, sino por unas pretensiones.