La semana vista por…

Con la resaca del Primero de Mayo, hemos dejado atrás un fin de semana donde la campaña madrileña, omnipotente y omnipresente, ocupaba la desquiciada pulsión mediática. ¿Sobran los motivos para vindicar a la clase trabajadora? No hay más que leer al Daniel Bernabé de “La trampa de la diversidad” o de “La distancia del presente”, ambos publicados por Akal, en 2018 y 2020 respectivamente. Aunque si se quiere obtener una perspectiva algo más esperanzadora de lo que le pasa a nuestra sociedad –porque la sociedad existe: la pandemia se ha encargado de ponerla en su sitio–, quizá sea aconsejable abordar el salto del ensayista a Penguin con “Ya estábamos al final de algo”, ilustrado por Joan Negrescolor.

“Lo típico: letras miserables y pop genial”. Así describe Nicky Wire el nuevo trabajo de Manic Street Preachers, “como si The Clash tocasen por ABBA”. Y para celebración de lo público, los conciertos a beneficio del National Health Service (NHS) que la banda galesa ofrecerá en julio de este año. Sanidad pública, sí. Más anuncios: en junio, Kings Of Convenience romperán doce años de silencio discográfico con un nuevo álbum, “Peace Or Love”. De momento, el dúo formado por Eirik Glambek Bøe y Erlend Øye ha compartido el videoclip del single “Rocky Trail”

PJ Harvey continúa reeditando su discografía en vinilo. En junio le tocará el turno a “White Chalk”, obra vaporosa, melancólica y pelín minusvalorada en su momento. John Parish, uno de sus hombres de confianza, está supervisando el trabajo de Jason Mitchell en Loud Mastering. Saldrá el 25 de junio, junto con las demos (“White Chalk -Demos”); se puede escuchar, de momento, una de ellas: la de “When Under Ether”.

Se nos acumulan las jornadas especiales, y el Día de la Madre fue una de ellas. Filmin se curró una de esas colecciones molonas suyas, titulada Mamás. Heterogénea como ella sola, con títulos imprescidibles como “Mamma Roma” (1962), de Pasolini. La fuerza de Anna Magnani nos lleva al recuerdo de Mademoiselle Jukebox, uno de los sobrenombres que tuvo Dalida. Un 3 de mayo se despedía, a los 54 años, con esta nota: “La vida me es insoportable, perdonadme”. Elocuente y dolorosa. Parole, parole.