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Periferias, fin de partida

Por Luis Lles

12. 12. 2023

El pacto que a nivel de Aragón firmaron PP y VOX tras las últimas elecciones ha terminado por darle la estocada al festival oscense Periferias, que ha sido durante muchos años emblema de la cultura de la ciudad y que acaba de ser cancelado por el gobierno municipal en manos del PP.

James Chance, debut en España, en 2003. Foto: Jesús Alarcón
James Chance, debut en España, en 2003. Foto: Jesús Alarcón
E

n Huesca no utilizamos la palabra fatuo. Aquí decimos fato. Pero quiere decir lo mismo que fatuo. Y a los de Huesca ciudad siempre nos han llamado fatos, sobre todo los de los pueblos de alrededor. Según la RAE, la primera acepción de fatuo es “lleno de presunción o vanidad infundada y ridícula”. Es decir que, al parecer, los oscenses somos presuntuosos y vanidosos. Infundadamente o no. Cuando con Juanjo Javierre –Mestizos, Soul Mondo, Nu Tempo– nos pusimos en el año 2000 a idear Periferias en el marco de la programación municipal, no existía ni Primavera Sound ni casi ningún festival de los que luego han poblado el panorama musical nacional. Y entonces, como fatos que somos, nos propusimos poner a Huesca en el mapa y crear un festival único, que no se pareciera a ninguno, que tuviera una personalidad radicalmente diferente a los demás. En definitiva, el festival al que nos gustaría ir como espectadores. Y así surgió Periferias. El nombre, desde luego, no era casual. Respondía a nuestro orgullo de ser relevantes desde nuestra condición periférica, tanto a nivel geográfico como cultural. Porque estábamos convencidos (y lo seguimos estando) de que es en las periferias donde surge, siempre, lo más interesante.

El festival nació con una doble singularidad: el hecho de ser temático y multidisciplinar. Cada año se elegía un tema –cosmos, exilios, mundo raro, agit prop, tierra, futuro, fiesta, versión, outsider, horror, nueva comedia, black, fake, estados alterados, género, palabras, raíces y cables, fronteras…– y a partir de ahí se confeccionaba una programación ad hoc en la que, además de la música, tenían cabida las artes plásticas, el cine, la literatura, el teatro, el circo, la danza, la performance, la filosofía, la moda… Y con todos esos elementos se conformaba un espacio de reflexión activo y lúdico sobre temas relevantes de la cultura contemporánea. Suena fácil, pero era todo un quebradero de cabeza el llegar a ensamblar todas las piezas del puzle.

Der Plan, debut en España, en 2004. Foto: Jesús Alarcón
Der Plan, debut en España, en 2004. Foto: Jesús Alarcón

En una ciudad de tan solo 50.000 habitantes se logró el debut en España de artistas como Vladislav Delay, ESG, James Chance, Digital Mystikz, Sugarhill Gang, Mark Stewart & The Maffia, Der Plan, The Slits, Zeitkratzer, Technotronic, So Solid Crew, Andy Palacio, Antipop Consortium o Señor Coconut, entre otros. Como se puede apreciar, un políptico absolutamente heterogéneo y diverso, del que el festival siempre ha hecho gala. Pero también se han vivido noches históricas con Sun Ra Arkestra, Jeff Mills, Arto Lindsay, The Jayhawks, Violadores del Verso, The Human League, Antony And The Johnsons, Tinariwen, Morente, Alva Noto, Paco Ibáñez, Niño de Elche, Sisa, Gong, Lydia Lunch, Amina, Pan Sonic o Eyeless In Gaza, por citar solo a unos pocos. Igualmente, Periferias siempre hizo un hueco a la plana mayor de la escena local. Y si hablamos de creadores fuera de la música, por Periferias pasaron de Leopoldo María Panero a Esther Ferrer, pasando por Israel Galván, Chiquito de la Calzada, Antonio Escohotado, Perico Fernández, Chantal Maillard, Sergio del Molino, Fernando Arrabal, Leo Bassi, Manuel Vilas o Joaquín Reyes, entre otros muchísimos. Todo ello se hizo con un presupuesto ridículo comparado con el que se maneja en otros festivales y desde la pequeña Huesca. ¿Somos o no somos fatos?

The Slits, debut en España, en 2008. Foto: Jesús Alarcón
The Slits, debut en España, en 2008. Foto: Jesús Alarcón
Pues bien, todo eso se acabó. VOX, que al parecer considera muy importante el festival porque ha hecho del mismo su caballo de batalla, declaró tras las elecciones municipales que tenían una línea no roja, sino verde (en alusión a su color corporativo): si ellos llegaban a tocar poder (y su pacto con el PP ha sido decisivo) Periferias se acabaría porque “solo sirve para regar a culturetas progres con cientos de miles de euros”. Llamar culturetas progres a Fernando Sánchez Dragó (promotor de la moción de censura de VOX en las Cortes), Alaska, Fernando Savater o Antonio Escohotado –todos ellos han pasado por Periferias– solo demuestra su incultura y su ignorancia, y creo que además se lo podrían tomar muy mal. Por otra parte, desde hacía ya bastantes años, el presupuesto total del festival era de unos 125.000 euros, lo que incluye pago de infraestructuras, equipos de sonido, hoteles, restaurantes, gráfica, publicidad, agencias de viajes…, de lo que viven muchas familias. Un presupuesto irrisorio para todas las satisfacciones que ha dado el festival durante todo este tiempo. Entre 7000 y 10.000 personas cada año pasaban por los distintos actos (en una ciudad de 50.000 habitantes), lo que hace en este casi cuarto de siglo un total de cerca de 200.000 espectadores. No es moco de pavo. Y el Observatorio de la Cultura ha destacado durante varios años a Periferias como el evento más importante de Aragón. Pero les da igual. Anuncian un nuevo “festival para la juventud” para sustituirlo, y, de paso, se ufanan de que van a eliminar también la partida para la cooperación para el desarrollo, haciendo gala de su talante solidario. En cualquier caso, el golpe a Periferias supone el fin de una era en la cultura oscense. Alguien ha decidido colgar el cartel de game over. ∎

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