¿Algo de retraso? El ego de Kendrick no tiene parangón. Mientras el rapero se explaya con diez minutos de más, no son pocos los que esperan escorados frente al escenario Santander, mirando de soslayo a ver cuándo termina el show del estadounidense. Los presentes se empiezan a inquietar, pero cuando aparece
la sonrisa, emitida en pantalla, vía móvil –cómo no, así lo conocimos todos en el encierro–, el público pasa página. La demora queda en el olvido. Fred again.. tiene una relación especial con Barcelona; él mismo se encarga de recordarlo. Su visita la pasada edición fue de lo más celebrada. Para 2023, ha saltado a escenario y
slot principales. Viene armado con su “querido Tony”, los cachivaches y sus fieles
“I found you”, “
we we’ll make it thru”... Esta vez todos juntos, no canción por canción. El productor ha hecho un popurrí de sus míticos mensajes de audio, como su buen amigo Skrillex le habrá enseñado: la fórmula del
mashup funciona. En vez de construir las canciones respetando los pasajes emo de los discos, en vivo todo va junto: mezcla “Carlos (Makee It Thru)” con house, EDM o UK garage. Como dicta
la última entrega de los “Actual Life”, la trilogía que lo dio conocer, el directo es para saltar. Y los momentos íntimos son ya testimoniales en sus recitales. Enseguida el bolo se homologa a un
warm up. Samplea, por ejemplo, a Moderat o Underworld, transforma “Jungle” en un tema lanzadísimo. En “Turn On The Lights Again” él está espídico. Y el público, más. El Fred again.. de pulsos bajos es casi un recuerdo. La jugada es ahora más masiva (y repetitiva). La fuerza la busca por otros lares. Hacia el final regala un breve momento de su anterior yo en “Angie (i’ve been lost)”. Y hace recordar la magia del músico que llegaba a lo más profundo desde la palabra y no solo desde los bajos.
Yeray S. Iborra