“Amor, eso digo yo”, se oye en
“Ya no”. Exacto: amor. De eso va, como casi todo,
“Romancero”, estreno de largo de Ana Fernández-Villaverde como
La Bien Querida y prueba definitiva de que aquellas canciones que empezaron a dar la vuelta a internet hace un par de años no fueron ningún espejismo. Esto va en serio. Muy en serio. No vamos a descubrir nada a estas alturas si decimos que La Bien Querida era, con su voz entre aniñada y sedada y esa extraña habilidad para retratar lo cotidiano, uno de los grandes diamantes ocultos del nuevo indie nacional, pero su debut para Elefant consigue superar cualquier expectativa gracias a una docena de canciones que transitan por la historia reciente de la música española con asombrosa determinación.
Aquí se escuchan ecos de La Buena Vida y Family, sí, pero sobre todo se escuchan historias que pasan por encima del diccionario para retratar el amor y sus (casi siempre trágicas) consecuencias con una naturalidad que asusta. Es, en cierto modo, una bisagra femenina entre Sr. Chinarro y Los Planetas. O entre Jeanette y Grupo de Expertos Solynieve. O entre cualquier cosa que se pueda imaginar y que queda entre esos atípicos arreglos que David Rodríguez (Beef, La Estrella de David) construye esquivando la obviedad pero sin perder de vista el corazón de las canciones. Y qué canciones.
“De momento abril” quizás sea la más redonda y pegadiza, pero no acaba ahí la cosa. Desde
“Corpus Christi” hasta
“Golpe de estado”, pasando por
“El zoo absoluto”, “Cuando lo intentas”, “7 medidas de seguridad” y esa
“ADN” cantada a medias con Joe Crepúsculo, todo son peldaños que la bilbaína escala para poder plantar bandera en la cima de los grandes discos hechizados y encantadores. Una delicia. ∎