Albany ha cogido carrerilla: hace justo un año editaba la mixtape “Se trata de mí”, no ha dejado de publicar singles y colaboraciones y ahora llega este “xXx” que supone un cambio de tercio: más electrónico, más arriesgado y mucho menos “sad” (como ella misma define sus canciones) que sus trabajos previos.
Que se avecinaban cambios se podía intuir con el single “Videojuego”: con un sonido nuevo, menos introspectivo y, aunque el tema de fondo es el amor, con una letra que ya no se regodea en la tristeza. “Baby, claro que te quiero, baby, claro que te quiero / Pero ya no pienso en eso, tengo que hacer mi dinero ya, ya”, canta. Hasta el videoclip ya avanzaba que Albany dejaba atrás el DIY y abrazaba una estética a medio camino entre el videojuego y el anime, en el que no es difícil adivinar guiños a “Final Fantasy” (una referencia para la artista, que hasta tiene una canción llamada “Final Fantasy Love”). Ese single de loops sucios y voz forzadísima por el vocoder resume a la perfección el sonido del último trabajo de Albany.
Detrás de los poco más de veinte minutos que dura “xXx”, Alba ha desarrollado todo un concepto inspirado en mundos artificiales, desde el magnífico tema que da título a la mixtape y que le sirve de intro (y que se repite después en “Videojuego”) hasta ese “Interludio” en el que va saltando de un sample a otro y en el que lo mismo suena Pikachu que fragmentos de conversaciones y entrevistas, en un collage que recrea la música que se escucha en muchos videojuegos cuando se cargan o se crean personajes. Otro tema que destaca es “S-Pain”, el más electrónico del lote y que abre un nuevo camino para la artista que parece tan interesante como el que lleva recorrido hasta la fecha. En “(?)”, además de hablar de amor, hace un ajuste de cuentas con quienes se arriman a ella ahora que despunta (“Todos los que me tiraron ahora quieren ser mis amigos / Baby, nunca tuve de eso, solo tuve objetivos / Viviendo como un preso en el patio sin motivos”). Por la mixtape desfilan también Bon Calso (“Ice”), Sticky M.A. (“Gyarados”) y Clutchell y Rojuu en “Chobits”, que es una colaboración que tiene tanto sentido que se hace hasta raro que no se haya producido antes, porque son posiblemente dos de los artistas con sensibilidades más afines que hay ahora mismo.
En este metaverso que Albany ha creado en “xXx” planea una sensación de distopía e irrealidad gracias a esos loops arrastrados y esas voces casi robóticas que a lo mejor no es lo que podían esperar sus seguidores (máxime cuando sus últimos sencillos iban en la línea de las canciones tristes de sus comienzos o de sus celebrados reguetones), pero que no solo viene a demostrar su versatilidad, sino que la confirma como una voz injustamente infravalorada. ∎
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