Jazz mutante, rock, no wave, correos cósmicos, improvisación. Con paso firme, Blood Quartet siguen trazando su camino. Sin demasiadas prisas. Formados en 2015, han editado un EP y dos álbumes de estudios –“Dark Energy” (2015), “Deep Red”  (2016) y “Until My Darkness Goes” (2018)– y otro disco en directo –“Live Red” (2017)–, a los que ahora se añade “Root 7”, subtitulado “7 arrels, 9 ombres”.

Las raíces pueden ser esos siete años pasados desde su debut, aunque también era el nombre del proyecto gestado durante la residencia en Fabra i Coats. Las sombras son literarias, la escritura que se esparce sobre los nueve temas cuyos títulos hacen referencia a una novela o un libro de relatos apreciado por uno o por todos los integrantes del grupo: “A Place Of Dead Roads” (William S. Burroughs), “Counter-Clock World” (Philip K. Dick), “Tiempo de silencio” (Luis Martín Santos), “Myths Of The Near Future” (J. G. Ballard), “Angel Of The Odd” (Edgar Allan Poe), “Blood Grove” (Walter Mosley), “The Gun Is Loaded” (Lydia Lunch), “Sanctuary” (William Faulkner) y “Dimensions Of A Shadow” (Alice Munro).

Y puestos a buscarles significados, los ritmos hipnóticos, los rasgueos de guitarra y el tañido espacial de la trompeta en “Blood Grove” podrían evocar perfectamente el espíritu de la novela negra afroamericana, del mismo modo que las cabalgadas sonoras sin fin de “Counter-Clock World” tienen algo de ciencia ficción, las tonalidades misteriosas juegan a favor del Poe de “Angel Of The Odd” y las escapadas de los instrumentos en “A Place Of Dead Roads” casarían bien con la lectura de la novela de Burroughs hasta que las notas nodriza de la guitarra reagrupa a todos los músicos. También el tema que hace referencia a la novela de Lunch es el más de vanguardia neoyorquina, y las guitarras espaciadas de “Dimensions Of A Shadow” parecen juguetear con la memoria. Y aunque todas estas interpretaciones puedan ser equivocadas, simples especulaciones, la música del cuarteto tiene siempre este poder de evocación.

Blood Quartet sigue configurado por Mark Cunningham y su trompeta sonámbula, el bajista Kike Bela y el guitarrista Lluís Rueda (doblado y confrontado en varios temas por la guitarra que también toca Cunningham), con Marc Eugeni sustituyendo a la batería a Càndid Coll. Paso firme, seguro, cambiante, constante, fiable. ∎