El primer y único disco del batería de The Beach Boys certificó un talento que hasta entonces solo había sido requerido para cubrir los huecos que dejaba el ido Brian Wilson. Cuando
Dennis Wilson (1944-1983) perdió el norte y fue apartado del núcleo de la banda, se encerró para grabar una obra tan errática y conmovedora como su existir. Mitificado por el paso de tiempo,
“Pacific Ocean Blue” (1977) es la banda sonora de un hombre perdido, decepcionado con el cóctel de fama y vacío que le toca vivir y rodeado de mujeres que no sabe amar, así que canta sobre llorar, empezar, morir, estar solo, remontar…
Aquí dominan los ambientes meditativos, pero también hay coros gospel, funk, punteos eléctricos y muchos teclados nocturnos curativos. Dennis exprime las posibilidades del estudio en pequeñas sinfonías de una monumental intimidad –confesaba que Brian era su inspiración–, pero el tiempo ha hecho mella en una obra muy aquejada de una visión tan setentera de la experimentación y con letras de poética francamente perezosa. La secuencia del
tracklist, una montaña rusa de altibajos de ánimo, acentúa a lo bestia la sensación de desorden emocional.
Esto es el retrato de un hombre luchando por poner orden a su vida y a un proyecto faraónicamente íntimo, y de la mezcla de ambos objetivos aflora una sensación de lucha sincera y una voz profundamente emotiva. El conflicto se palpa en cada nota. Pocas veces obras tan recargadas llegan a temblar tanto. No es una obra maestra, pero reluce en su cuidada reedición. Un segundo CD recoge dieciséis canciones que pudieron integrar “Bambu”, ese disco inacabado que sus fans han reconstruido a piezas, como pasó con
“SMiLE”, y donde la sensación de búsqueda es aún más evidente. ∎