Desde que conocimos a El Mini con temas primigenios como “iMozart iKids” u otros más recientes como “The Truth”, la obra de este artista siempre ha sido compleja de descifrar. Tocando palos como el rap más noventero, la música más clubber o el reguetón, en “Lindo”, la última adición a la discografía de este trotamundos nacido en Venezuela, hemos visto un nuevo sonido que siempre estuvo ahí, pero nunca de esta forma.
Y es que El Mini tiene la capacidad de plantear su creación musical como un reflejo de su estado anímico y sus vivencias. De todos los nombres derivados de los Kefta Boyz (el grupo de amigos-ganga-colectivo del que también formaban parte Yung Beef o Khaled), El Mini es posiblemente el que mantiene más marcada esa espontaneidad de “vamos a hacernos un tema” estando sentado en la plaza. Es por ello que su última mixtape es tan llamativa: por antinatural. En un mundo todavía pandémico, “Lindo” es un chorro de luz, positividad y sentimientos.
“Lindo” está más cerca de ser un trabajo coral y un ejercicio elevado de collage (muy en la línea de las mixtapes más canónicas y dogmáticas del género) que de un disco de autor. Y, pese a todo, es un trabajo muy El Mini. La multitud de beatmakers presentes (nombres como Jay Cass o Barbozza) y colaboraciones dispares (como el indescifrable Ben Yart, Khaled o la Cutemobb) apoyan este sentimiento sonoro con el que abandonamos “Lindo” una vez completada su escucha.
A lo largo de los temas nos encontramos una composición con canciones con una inspiración anclada en la tradición de Atlanta, con reminiscencias a artistas que El Mini ha citado como referencia en ocasiones, como Young Thug. En esa línea pasamos por “Billete”, el corte que abre la mixtape; o “Bitch Walk”, en la que nos encontramos la versión retarded (como se autondenomina en ocasiones) de El Mini. A esta lista podríamos sumar “Animegurl”, “24h Le Mans” o el psicoirónico “Incel”.
Pero quizá los puntos más interesantes son en los que encontramos a El Mini más feliz y el sonido más amable. “Japón” evoca un paseo por Shibuya, con ruido de salones de pachinko de fondo, y “Hoy es un gran día” es, posiblemente, el tema más melancólico del trabajo (y, a la vez, el más bonito). Como si el himno “Un buen día” de Los Planetas se hubiese actualizado en 2021. Y en el mismo tono cierra “Siempre Nice”, toda una declaración de intenciones.
Decía El Mini en una entrevista publicada en ‘Crypta Mag’ que “siempre he hecho (rap) pero nunca he hecho (rap)”. Ese es el espíritu de este “Lindo”, un disco lindo sin necesidad de ser siempre lindo. ∎
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