El dancehall (subgénero del reggae que, descrito a grosso modo, se caracteriza por tener ritmos más rápidos, bailables y digitales) tiene en España un referente de gran talento en Swan Fyahbwoy. Su inconfundible voz y, sobre todo, su capacidad para adaptarla a todo tipo de ritmos han hecho de él uno de sus máximos exponentes tanto aquí como en Latinoamérica. Un estatus que demuestra, y refuerza, en su nueva referencia, “Equilivrium”.

Tras cuatro años sin recibir un larga duración del madrileño, Fyahbwoy regresa con un disco que explota las facetas donde más cómodo se siente cantando. Así lo ejemplifica en las tres primeras canciones del disco, que nos dan una muestra de lo que nos vamos a encontrar en el resto del LP. La primera con un sonido fusionado con hip hop, la segunda sobre un ritmo más acelerado propio del dancehall con un toque afro y la tercera más cercana a una balada de reggae roots. Registros donde el cantante muestra su extraordinaria capacidad de entonación y adaptación. Algo, seamos objetivos, no muy habitual en la actual música urbana. Pero Swan brilla igual sobre una atmósfera oscura (como en la canción “Perros”, con Nadal015) que sobre un ritmo alegre y positivo con ritmos de calipso o ska (como en “Don’t Cry”). “Equilivrium” es un disco completo que nos ofrece un recorrido por distintos rincones de la música de origen jamaicano. Y donde la diversidad y el equilibrio, de ahí procede entre otras cosas el nombre del disco, son dos de los pilares de este LP donde hay momentos de fuego y momentos sentimentales a partes iguales.

Para lograr esto Fyahbwoy ha sido cuidadoso al elegir los productores. Entre los que destaca en primer lugar Acción Sánchez, que es el encargado principal de la producción del disco. Es llamativo que el de SFDK esté brillando últimamente casi tanto por sus producciones de reggae como por las de rap, pero la música jamaicana siempre ha estado presente en el repertorio de SFDK (su “No Woman, No Cry” para la serie “Malviviendo” acumula 30 millones de reproducciones) y ya otros artistas como Little Pepe, Rapsusklei, Shabu One o Morodo han utilizado producciones de Óscar Sánchez en su reggae. A él se suman Fastah Selectah, encargado de los cortes más bailables del disco, y su habitual Daddy Cobra, quien también realiza la mezcla y el master de “Equilivrium”.

Cabe destacar de este álbum también la buena elección de las colaboraciones, con Little Pepe y Green Valley firmando una alegre y reivindicativa “Baja frecuencia”; también aparecen Baino Di Lion, Mistah Godeh, Necrojocker & Killah Man, demostrando que hay una escena reggae menos visible con un nivel notable. GranKhan colabora en ello, mientras que Zatu y Nadal015 aportan el color más rapero del disco. Con mención especial para este último, joven cantante con una desgarradora voz que crea uno de los mejores temas del LP (“Perros”).

No podemos tampoco pasar por alto la labor de Albert Bonet, reconocido artista catalán creador de la portada del álbum. La guinda del pastel de un trabajo completo y elaborado. Quizá excesivo en el número de canciones, dieciocho, pero sin apenas momentos de relleno o bajadas de nivel. Un trabajo que enriquece más aún la carrera de Swan Fyahbwoy, quien mejora el contenido musical ofrecido en su anterior “F.Y.A.H.” (2018) y regresa a la altura alcanzada en “Extremely Flammable” (2012), el que era su mejor álbum. Hasta la fecha. ∎