Bajo
Suscripción
El segundo álbum del percusionista, compositor, DJ y productor afroamericano Otura Mun, aka ÌFÉ, hace hincapié en sus dos años de estancia en Nueva Orleans, tras emigrar de Puerto Rico en busca de las raíces. Además, ÌFÉ es un sacerdote del Ifá, o babalawo, en la religión yoruba, a la que llegó tras un largo camino. Nacido como Mark Underwood, en Indiana, en el seno de una familia menonita, acabó en San Juan, donde se involucró profundamente en la religión afroamericana, convertido en Otura Mun.
En su debut, “IIII+IIII” (2017), ya demostró las grandes posibilidades de la fusión entre la música afrocaribeña y la electrónica, un sendero por el que sigue transitando, en una profundización que lo lleva a preocuparse por la diáspora africana en el mundo moderno, en un sonido basado en voces y percusiones que suena roots y altamente contemporáneo, siendo a la vez espiritual y comprometido con lo más prosaicamente secular; lo demuestran la chill out “Voodoo Economics (WolfMan)” y “Mr. Envy”, incidiendo en el Auto-Tune para acusar a la redes sociales de generar competencia malsana.
En el apartado colaboraciones, el London Lucumi Choir pone magnificencia religiosa a “Closing Prayer” y la comunidad congoleña parisina de Robby The Lord lo ayuda a enfatizar en “Fake Blood” que vivimos inmersos en la cultura de lo fake, preguntándose repetidamente en el estribillo “¿qué es lo que pasa aquí?”. Conectado con la actual cultura de los afrobeats, que desde Nigeria se ha expandido a toda África, ÌFÉ propone un sonido en el que caben las formas del trap latino, como evidencia “Tu sabes k si”, y los grooves cálidos, como el que imponen el teclado Wurlitzer y la guitarra yoruba de Saint Ezekiel en “Wesnesday’s Child” a un canto completamente vocoderizado.
Por su parte, “The Tearer (Bembe)” es un canto cincelado en una opresiva ambientación etno-techno, que se convierte en un desasosegante preludio a “Prayer For Shangó”, en el que la invocación santera adquiere un adictivo groove, navegando las voces de llamada y respuesta entre un mar percutivo. Especialmente brillante resulta la modernización de “Heart Full Of Love”, versión bilingüe de un tema de 1965 de The Invincibles, acercando su deep soul a la “rumba buena” en un alarde de sincretismo a la altura de su material propio. ∎
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