Lo único malo de echar un muy buen polvo es que el siguiente debe estar a la altura o parecerá que vamos cuesta abajo o que aquello fue pura carambola. Un one hit wonder. La eclosión de la británica Jorja Smith en la escena musical internacional fue un muy buen polvo, de eso no hay duda: su segundo single, “Where Did I Go?”, fue escogido por Drake en 2016 como su favorito de ese año; su primer EP, “Project 11”, la hizo ser seleccionada para el BBC Sound 2017 (quedó cuarta); en 2018 se convirtió en la primera artista independente nominada, y vencedora, del Critics’ Choice en los Brit Awards; su primer LP, “Lost & Found” (2018), que llegó al número 1 en las listas británicas de R&B y al 3 en las generales, la hizo ganar el BRIT Award en la categoría Best British Female Solo Artist y ser nominada en los Mercury Prize y los Grammy (por Best New Artist). Etcétera (telonera de Drake y Bruno Mars, colaboración con Kendrick Lamar...).
Con esos precedentes (y hemos resumido bastante lo que obtuvo), su segundo álbum es uno de los que se esperan con ganas dentro del soul moderno. ¿Habremus sucesora, o casi, de Sade? Pues tal vez, o casi, la habremus. Pero va a ser sin prisas. Así que mientras se va cocinando ese plato, y tras sustanciosas apariciones puntuales el año pasado, como su versión para el sello Blue Note del tema de St Germain “Rose rouge” o su colaboración con Popcaan en “Come Over”, Jorja ha puesto en circulación este EP de ocho temas, que va a ejercer de recurso provisional, puente de transición, entremés, sala de espera... Ella misma ha declarado que “esto no es un álbum y estas canciones no habrían logrado entrar en él, pero si necesito hacerlas, alguien también necesita escucharlas”.
Las tres primeras composiciones, “Addicted”, “Gone” y “Bussdown” (esta con la colaboración de la rapera londinense Shaybo), así como la última, “Weekend”, aportan una esperanza más definida. Son las que más prometen interesantes futuras direcciones. Las otras cuatro que hay entre medio –“Time”, “Home”, “Burn” y “Digging”– suenan como si fueran ideas por rematar, pruebas de por dónde y cómo abrirse. En general, es un EP que tira más por lo austero que por lo voluptuoso, por lo sencillo que por lo enfático. Que, aunque mientras va experimentando con diferentes registros de voz, se gusta cauto y moviéndose en el bajo perfil, diciéndose que no hay que precipitarse y que a su tiempo maduran las brevas. ∎
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