“Los edificios que se derrumban” (2020) fue un álbum de debut ilusionante por la frescura con que estos jóvenes malagueños tomaban la herencia de cierto punk-pop urbano de los años ochenta. También por las letras airadas e inquietas de su líder, Sixto Martín. Su siguiente lanzamiento, el EP “¡Qué asco de primavera!” (2022), ya apuntó una evolución que se confirma ahora en un segundo largo que los catapulta hacia lo más interesante de aquella escena que en su día bauticé como nueva oscuridad.
El tema titular, inspirado en un suceso real que aconteció a la banda junto a un chiringuito malagueño llamado precisamente Sheriff Playa, ya marca el camino: sección rítmica acelerada bajo el influjo post-punk, bajos profundos y sinuosos y guitarras punzantes que juegan con el espacio y el silencio al modo de Gang Of Four. El influjo de la banda de Andy Gill es evidente también en los textos, que actualizan el comentario social con referencias a la gentrificación, la precariedad, los clientelismos de la sociedad digital poscapitalista y otros factores de malestar que la banda intenta exorcizar mediante la palabra y el baile. “Aprende a gestionar tu fracaso con nosotros” sería el mejor ejemplo de eso, con un estribillo de eslogan cuasi situacionista precedido de frases endiabladas como “Mi corazón es un páramo / un escaparate, radiodifusión / un anhelo destructor / un arma automática”.
El que antes era trío y ahora cuarteto ha mencionado explícitamente las influencias de ESG, The Slits, The Clash y The B-52’s, también de los primeros Talking Heads, pero tal vez el influjo más claro sea el de los Radio Futura de “La ley del desierto / La ley del mar” (1984). Se puede percibir, sobre todo, en “Muchos principios y muy pocas ganas”, casi una actualización de “Escuela de calor” llevada al escapismo con drogas sintéticas en una pista de baile. “Yo llevo gabardina / nada puede pasar / Hablo la lengua de la calle y de la vanguardia radical / La cabeza que explota / la visión que sea anula / el alma que se eleva / Mis rodillas tiemblan”. El verbo punzante e inteligente de Sixto Martín es defendido con una voz que sale de las entrañas, entre chula, desesperada y muy punk, mientras el groove se intensifica con la labor de producción de Carlangas. Otros temas, como “La vieja Europa” –que regresa a la Praga en que se localizaba el argumento del primer álbum–, se sumergen en la profundidad del dub, pero también tienen un aire a Police, y el cierre con “Jardín de cemento” –dueto con Antía Van Weill, de Biffanah– tira más hacia la lentitud siniestra. Hay que abrir bien los oídos a La Trinidad. Este “Sheriff Playa” es un álbum movilizador y realmente magnífico. ∎
Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.