Ahora Lidia Damunt, su vocalista, ha abandonado los surrealistas edificios de La Manga del Mar Menor y se ha trasladado a Madrid, con su alter ego Tormina en la maleta, la guitarra acústica bajo el brazo y la imaginación en plena ebullición. Es de suponer que para atenuar la añoranza, Damunt ha adoptado una personalidad cercana a Woody Guthrie y Hank Williams (de quien adapta al castellano su “Mansion On The Hill” e imita sus característicos aullidos a la luna) y se ha rodeado de un elenco de personajes fantásticos que habitan en esta alocada isla de las bufandas. El resultado es un soplo de aire fresco, una propuesta totalmente inaudita e inesperada en la escena nacional. ∎