Tiene lógica que
Sheer Mag anden de celebración. Cuando la formación sacó su primer EP, allá por 2014, el huracán latino y urbano era algo que solo los más visionarios podían prever; la apuesta del cuarteto estaba basada en un AOR anacrónico que anticipaba el avance feminista y que tenía (y tiene) a Thin Lizzy como una de sus referencias, algo que no escondían en la lejana “Sit And Cry”. Diez años después han sobrevivido a la revolución y, en un momento en el que lo anglosajón y el lenguaje de las guitarras han recuperado cierta vigencia, la formación presenta su primera referencia con Third Man Records, el sello de Jack White, lo que delata un buen trabajo a lo largo de todo este tiempo.
En el apartado instrumental,
“Playing Favorites” representa las etapas de esa trayectoria, y en el temático una celebración de su actual estatus. Los de Filadelfia pierden en su tercer largo en estudio el punch reivindicativo que tenía su anterior
“A Distant Call” (2019) para regocijarse en sus propias vivencias, la amistad, los romances e incluso legítimos temores camuflados en forma de desafíos. Pese a que el inicio que da nombre al álbum remite al indie independiente de unos Parquet Courts primigenios, las tachuelas y el tono más macarra retornan con
“Eat It And Beat It”, que incluye un interludio psicodélico, inédito hasta ahora en su idiosincrasia. También es novedoso el tratamiento de
“Mechanical Garden”, una fusión de ideas que pasa del rock setentero a unas cuerdas neoclásicas y unas guitarras con pinceladas funk, una deconstrucción del sonido Filadelfia que también tiene espacio para un solo de guitarra de Mdou Moctar.
Frente al afán de innovación, priman los fragmentos de satisfacción inmediata y descongestión anímica. No es casualidad que
“Moonstruck”, que puede confundirse con un éxito de los Jackson 5, haya sido uno de los adelantos de este trabajo. Incluso en una canción en la que hay algo de despecho, como
“Don’t Come Lookin’”, su country-rock es vital, sin decaimiento y con Tina Halladay respondiendo a las exigencias, mayores en
“I Gotta Go”, con su habitual eficacia. La ebullición vital de Sheer Mag acarrea guitarras acústicas en las confesiones de
“Golden Hour” y la camaradería de
“Tea On The Kettle” y no deja de lado coros rotundos en la invitación hedonista de
“All Lined Up”.
Las mayores virtudes de “Playing Favorites” se pueden tornar también en defectos. Aparte de acontecimientos puntuales, como los excesos angelicales de
“When You Get Back”, se añora la ironía de “The Right Stuff” o la denuncia de “Chopping Block”. Parece difícil que un nuevo Bernie Sanders, y la urgencia apremia, pueda extraer algún himno de esta colección de canciones, como ocurrió con “Expect The Bayonet”. Pero sería una exageración conjeturar con un paréntesis acomodaticio a la formación. Halladay, los hermanos Hart y Kyle Seely y Matt Palmer persisten en su buen hacer compositivo, que en esta ocasión encaja con una felicidad existencial que, además, es contagiosa. ∎