La trayectoria de Tomahawk es discontinua –este es su quinto álbum en veinte años–, pero también cohesiva. La identidad del supergrupo formado por el cantante Mike Patton, el guitarrista Duane Denison, el bajista Trevor Dunn y el batería John Stanier ha prevalecido incluso en ese inesperado giro de guion que supuso “Anonymous” (2007), una peculiar exploración del legado musical de los nativos norteamericanos. En “Oddfellows” (2013) optaron por un acabado más accesible para sus canciones sin que esto rebajara la pegada de una música fuerte por naturaleza. Y “Tonic Immobility” tiene un poco de compendio estilístico, pero también de vuelta a sus orígenes, cuando enhebraron dos álbumes tan buenos como “Tomahawk” (2001) y “Mit Gas” (2003) prácticamente del tirón.
Todo lo que nos gusta de Tomahawk está aquí, sin adulterar. La voz de Patton, entre lo expresionista y lo extravagante, trabajando para el global sin entretenerse en veleidades. Tenemos al veterano Denison aferrado al timón, siempre dispuesto a adentrarse en rutas inesperadas, esculpiendo riffs infecciosos, manejando a su antojo las atmósferas e incluso clavando algún solo arrebatador cuando procede. Contamos con la plasticidad de una base rítmica contundente y elástica que siempre fluye, pese a lo complejo de muchos pasajes. Y se impone la voluntad de hacer canciones de hard rock metalizado poco convencionales pero asequibles.
Algunas, como “Business Casual” o “Dog Eat Dog”, articulan una jerga parecida a la de Faith No More y son incluso pegadizas. Otras, como “Fatback”, perfilan un ambiente de amenaza constante entre elaborados tempos y sorprendentes tejidos de acordes. “Tattoo Zero” conjuga pasajes progresivos y secciones al ralentí con Patton escalando todas las octavas de su privilegiada garganta. “Recoil” avanza sobre una plantilla reggae –el cantante pone el necesario acento toasting– antes de dar una serie de acelerones que deja sin aliento. Y “Predators And Scavengers” apuesta por la exactitud, con Denison trenzando la canción con algebraicos golpes de muñeca. El barbecho de casi un decenio les ha sentado de lujo, permitiéndoles regresar con un disco sobrado de argumentos. ∎
Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.