A veces necesitamos brújulas, porque, como dice el refrán, quien buen norte tiene, seguro va y seguro viene. Así que navegando por Google sin barca –lo que sea de la mar, todo es azar– acabo en una página que dice “Las 42 mejores canciones de música soul”. Entro. El aburrimiento se cura con curiosidad, la curiosidad se cura con nada, que dijo o escribió Dorothy Parker. En el número 41 de esa lista veo que han puesto la canción “Home” de los madrileños Morgan. WTF? Y en el 36, “What’s Going On” de Marvin Gaye. ¿Qué está pasando? Orden. Un poco de orden. Menos mal que también se publican discos como este, para compensar. Que, para entendernos pronto e ir al grano, es un poco como lo que encontramos en el documental “Summer Of Soul” (2021), solo que donde aquel recogía un festival de 1969 en el neoyorquino barrio de Harlem, este muestra lo que ocurrió el 20 de agosto de 1972 en otro que tuvo lugar con veintiocho artistas del sello Stax como protagonistas en el losangelino de Watts (concretamente, en el estadio Los Angeles Coliseum). Black pride reivindicativo a tutiplén, sin intermediarios; en 1973 se estrenó el documental “Wattstax”, dirigido por Mel Stuart, y se editó un doble álbum (“Wattstax. The Living World”) con fragmentos del evento.

“Soul’d Out” son siete horas de música, doce CDs (o diez vinilos), también con un poco de despiporre, pues aquello se fue algo de madre (invasión del terreno de juego, como en algunos partidos deportivos, retrasos varios, descontrol logístico: también incluye esta edición grabaciones registradas a posteriori en el Summit Club; son actuaciones que tuvieron que cancelarse en el evento principal y se pasaron allí). El cabeza de cartel, si alguno tuviera que ponerse ese collar, fue ISAAC HAYES, que entonces andaba luciendo el Óscar que había recibido por “Theme From Shaft” y subido en la ola de su quinto álbum de estudio, el muy aclamado “Black Moses” (1971). Pero, al margen de Hayes y de sus excelsas interpretaciones (como, por ejemplo, la de su machihembrado de dieciocho minutos con “Ain’t No Sunshine” y “Lonely Avenue”), aquí hay highlights a cascoporro. Es el caso de THE STAPLE SINGERS y su “Respect Yourself”, con Mavis Staples saliéndose del mapa en la segunda mitad del tema y poniendo el estadio del revés. Realmente, emociona. Algo serio. Y a continuación va y se lanza al cuello de “I’ll Take You There”. Cómo no se iba a enamorar Bob Dylan de ella. Pero es que tampoco tienen desperdicio KIM WESTON haciendo swinguear el himno estadounidense; o un EDDIE FLOYD hot, hot, hot con su “Knock On Wood”; o WILLIAM BELL derritiéndose sobre la parrilla del perdón con ese “I Forgot To Be Your Lover” que Springsteen también, y tan bien, ha versionado en su último disco; o SONS OF SLUM, menudo despliegue, convenciéndonos de que ellos y Sly & The Family Stone son hermanos gemelos, o igual la misma banda… No es cuestión de hacer más espóilers, que aquí hay mucho con lo que sorprenderse, pero los sets de DAVID PORTER, JOHNNY TAYLOR, ALBERT KING, RUFUS y CARLA THOMAS o LITTLE MILTON no están por debajo de los citados. Varios más, tampoco. Y hay que ver qué flipante es escuchar al reverendo JESSE JACKSON recitando el poema “I Am, Somebody”. O a RICHARD PRYOR dándole a la comedia por encima y a la denuncia por debajo. Y es que a veces, sí, necesitamos brújulas. ∎