“Yankee Hotel Foxtrot” ha supuesto la expulsión de
Wilco de la “academia” de Reprise, la filial de Warner donde habían publicado sus tres discos anteriores. Las Ninas de turno vieron aquí un suicidio comercial, exigieron cambios para reblandecer el producto, la banda se negó y le señalaron la puerta de salida. Medio año después de lo previsto, en otro sello discográfico y con cambios de formación incluidos, se pone a la venta para quien en su día no se lo bajó de la web oficial del grupo. El álbum contiene ideas, valentía y experimentación sónica. Los sujetos sobre los que pivotó la grabación –producida después por Jim O’Rourke– parece que fueron en ocasiones realzar la incertidumbre y la fragmentación, en otras dar legitimidad inteligente al pop-rock imperfecto, a ratos la necesidad de inventarse un lugar propio que hermane guitarras y sintetizadores, intercalando disonancias para subrayar la belleza –del sucio final de
“I Am Trying To Break Your Heart” a la limpia entrada de
“Camera”, ídem entre
“War On War” y
“Jesus, Etc”–.
Esto es
“Summerteeth” (1999) descomprimido. Confirma que Wilco están a años luz de la media. Si es lo que quieren demostrar, queda claro que podían haber hecho “Amnesiac” y que Radiohead nunca harán
“Being There” (1996). Pero al tirar por ahí, malgastan su caudal de talento. Su eficacia es mayor al acercarse a la melodía sin aditivos y al cordón umbilical
roots, como bien escribió David S. Mordoh en Rockdelux 162. Ahora sonarán más interesantes, pero a costa de ser menos emocionantes. ∎