¡Madre mía con Damon Fiels, aka Demon Copperhead, el protagonista de, sí, “Demon Copperhead” (2022; Navona, 2023; traducción de Antonio Lozano)! Desde ya, uno de los personajes más inolvidables de la literatura norteamericana, en la misma liga que el Holden Caulfield de Salinger o los Tom Sawyer y Huckleberry Finn de Mark Twain, viviendo una vida de perros en Lee County, Virginia, territorio de “paletos” que son diana de mofas y burlas por parte del resto de los habitantes de Estados Unidos, un supuesto agujero negro de iletrados y retrasados que han renegado del refinamiento y las ventajas que se disfrutan (ejem) en el resto de la Tierra de la Libertad.
El “David Copperfield” (1850) de Charles Dickens –citado en un momento por nuestro protagonista como “un tío realmente viejo, además de muerto y extranjero, pero, madre mía si no conocía el modo en que los huérfanos eran machacados una y otra vez sin que a nadie le importara un pimiento. Uno habría jurado que era de por aquí”– es el modelo que Barbara Kingsolver (Annapolis, Maryland, 1955) ha escogido para rastrear durante casi setecientas páginas las andanzas de Damon/Demon, desde la infancia hasta la entrada en la madurez, en un fresco desgarrador sobre la pobreza, la explotación infantil, la violencia, la inoperancia de los servicios sociales, la plaga de los opiáceos y los límites de la supervivencia en un entorno donde la palabra “esperanza” parece haberse quedado invernando en otro planeta.
La firmante de “La Biblia envenenada” (1998; Navona, 2019) despliega, a través de la voz de Demon, un imponente fresco de unos Estados Unidos en pleno declive económico, social y moral, poblado por asentamientos de caravanas, trabajos de mierda y educación bajo mínimos, terreno fértil para la desesperanza y caldo de cultivo para que los ejércitos de los peyorativamente etiquetados como rednecks se maceren en alcohol, oxicodona y fentanilo.
La resiliencia de Demon en medio de este pavoroso paisaje es el motor de un libro cuajado de personajes inolvidables –Stoner, padrastro cruel; la interminable familia Peggot, con June y Maggot a la cabeza, vecinos de infortunio; Betsy Woodall, su casi desconocida abuela paterna; Angus, hija del entrenador deportivo local con quien comparte casa de acogida; Mr. Armstrong y Ms. Annie, pareja interracial (¡escándalo!) de profesores hippiosos que saben detectar el potencial de un chaval puteado desde su nacimiento; Tommy Waddell, huérfano y amigo siempre optimista que animará a Demon a explorar su potencial como dibujante de cómics…– que acaba conformando un volumen electrizante de impecable (y buscada) estructura decimonónica, Pulitzer de ficción 2023 (compartido con “Fortuna” de Hernán Díaz) e instantánea obra de culto. ∎
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