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Dice en la nota de prensa que Sofia hace “pop sofisticado y elevado, pero con la actitud de quien va en pijama”, y no se me ocurre mejor forma de definirla que eso. Sorprende también el dato apuntado en el mismo comunicado de que los dieciséis temas que conforman “Canciones para saltarse por encima” surgieron inicialmente como descartes o posibles caras B. Es difícil creerlo, si observamos que, con anterioridad, esta artista DIY mallorquina solo había entregado los seis temas de la casete “El ayre del almena” y los dos del single “Decir adiós / El cielo blanco” (todo ello en 2021). Y, también, porque no parece que haya rebajado el control de calidad. Al contrario, puede dar la impresión de que estas sean ideas improvisadas, pero todas las canciones poseen un inaprensible poder de fascinación y de atracción hipnótica, un misterio que confluye con un sentido del humor entre ingenuista y sarcástico y una solidez sonora camuflada en presunta desidia.
Antes de esto, Sofia Ramis hizo sus pinitos en bandas del underground balear como Escorpio y Barrera, cantó en un coro y ha tocado guitarra clásica, bajo y batería, pero su camino más claro parece este proyecto unipersonal de habitación, a voz y sintes, que nació en plena pandemia. Se advierten influencias de la minimal wave, parecidos más o menos visibles con Molly Nilsson y John Maus, aunque ella también ha mencionado en varias ocasiones la influencia de Broadcast y Vainica Doble. Además, es licenciada en Filosofía, como Joe Crepúsculo. Pero nada de esto puede ensombrecer una insondable personalidad. Esta se advierte tanto en unas melodías sintéticas retorcidas, con sus estructuras inesperadas, como en unos textos que oscilan entre una aparente sencillez que se abre a mundos más crípticos y unos exabruptos más terrenales, como “A la señora de la fila del cajero” o “Mi turno”, cuya voz es un audio de Narcís R.E., alias Primera Mort, otro músico del underground balear.
Con todo esto, me había olvidado de decir que es su primer álbum largo, que sus 45 minutos se hacen cortos, y que mi voto para la lista de lo mejor del año ya está asegurado. ∎