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TOP 2022

2022/ Canciones internacionales

Por los buenos tiempos

Medio centenar de canciones internacionales que nos llevan del infierno stromaeiano al soul y al urban latino, del pop pluscuamperfecto a la rabia post-punk, de la electrónica cubista a los afrobeats ardientes. Historias diversas en un listado que encapsula algunos de los ritmos y versos que han marcado 2022.

23. 12. 2022

Bajo

Suscripción

50

Steve Lacy

Bad Habit

Una de las canciones del año por reproducciones, con cifras que hacen morderse la lengua al intentar decirlas. “Bad Habit” aparece en miles de TikTok, el nuevo de boca en boca que dispara los números. ¿Por qué esta sí y otras no? Nunca lo sabremos, es el misterio y encanto de todo esto. Pero contar en el sintetizador con John Carrol Kirby, un falsete irresistible y clavar un estribillo con la frase “¡Ojalá haber sabido que me querías!” –representativa del flirteo a través de mensajes en plataformas– ayuda a levantar el primer gran hit de Steve Lacy. Jordi Isern

49

Karol G

PROVENZA

La Bichota escribe sobre la libertad de buscar comodidad tras una ruptura y alza su listón del éxito compartiéndonos la ensoñación de un reencuentro por la calle más cool de Medellín: ojo, no confundir la Zona Rosa de El Poblado con la provincia histórica francesa. El ritmillo pegadizo, producido por la kalimba de Ovy On The Drums, evoca un locus amoenus donde parquearse. Y la voz susurrante de la reguetonera número uno es capaz de provocar que se minusvalore cualquier consecuencia o arrepentimiento. Miguel Tébar A.

48

Jockstrap

Greatest Hits

El art pop de Jockstrap se transforma en art disco. Como si alguien desde el futuro revisara la tradición disco-dance. “Greatest Hits” no suena retro y sí sensual, espectral, casual, melancólica y autoparódica (ese sample estructural del bebé). ‘Pitchfork’ citaba como referentes a Donna Summer y Fatboy Slim, con razón. Es fácil imaginar a Spike Jonze realizando el clip. Y sonaría estupenda en una película de Sofia Coppola. De hecho, entre ensoñaciones con sordina “analógica” y guiños irónicos a Madonna, la letra menciona a Marie Antoinette. En limusina. Pepo Pérez

47

Yard Act

The Overload

El descaro de los primeros Arctic Monkeys, las mandíbulas apretadas de The Fall, el ímpetu hooligan de Kaiser Chiefs… Tres minutos es lo que necesita Yard Act para remover las piezas del post-punk y el pop británico y prenderle fuego al tablero de juego. Aquí, la electricidad desmadrada, los coros beodos y el excedente de descontento –“The overload of discontent / the constant burden of making sense”– son la gasolina. Y el Brexit es la cerilla; el chispazo que inflama este himno de trinchera y pista de baile. David Morán

46

Love, Burns

Dear Claire

Como en las mejores canciones de Comet Gain –grupo que cofundó en 1995–, Phil Sutton sigue haciendo fluir el jangle pop de la manera más frágil y refinada, en constante diálogo con sus grupos de cabecera. “Dear Claire” se desliza sobre un órgano a lo Hammond que Martin Duffy podría haber firmado en una versión menos otoñal de “Forever Breathes The Lonely Word” (1986), de Felt, mientras las melodías se entrelazan con la voz de un Sutton de aires crooner. Una de las canciones inéditas de “It Should Have Been Tomorrow”. Cesc Guimerà

45

Kevin Morby

This Is A Photograph

Perfecta instantánea para adentrarse en el frondoso álbum del mismo título, “This Is A Photograph” se construye a partir de un sencillo riff rural en bucle que va creciendo hasta la excitación colectiva. Desde una imagen de recuerdo de un padre en el campo rodeado de todo lo que echará de menos cuando ya no esté. Lo más sencillo y lo más grandioso, una ventana al pasado con vitalismo futurista a base de ritmo y recitado, reflexión e impulso exultante. Folk orquestal, baile tribal. Kevin Morby como cantautor de gran ambición. Ricardo Aldarondo

44

Alex G

Runner

En “God Save The Animals”, último álbum de Alex G, sobrevuela un halo nostálgico en forma de pequeñas citas a sonidos tan puramente 2000 como el nu metal o cierto pop de radiofórmula. En “Runner” reescribe el melifluo hit de Soul Asylum “Runaway Train” y le da profundidad sin quitar ningún encanto melódico. Es su single más amable hasta la fecha, con una interpretación vocal que parece casi homenaje a Tom Petty hasta que, en la recta final, se vuelve perturbadora y sutil, como los mejores momentos de su carrera. Santi Fernández

43

Shygirl

Firefly

Fue el single elegido para comenzar a descubrir “Nymph”, primer álbum de Shygirl, artista que juega a retorcer en una misma hebra estilos como el hip hop o el hyperpop. Producida en colaboración con Sega Bodega, Kingdom y Cecile Believe, es un tema de pop experimental, con sample de “Ready To Make Luv”, de Trey Songz, en el que la melodía y el estribillo circular funcionan como un mantra que la inglesa canta, casi susurrando, para invocar el fin de una relación en la que no ha perdido más que el tiempo. Tamara G. Cascales

42

Alvvays

Easy On Your Own?

Respaldado por el quirúrgico trabajo del productor Shawn Everett, el equipo creativo del grupo canadiense –la cantante Molly Rankin y el guitarrista Alec O’Hanley– factura aquí una composición memorable sobre una relación malherida, envuelta en tenue bruma shoegaze que nunca atenúa el brillo de una propuesta melódica y armónica sensacional: ¡menudo estribillo! La cima, ese puente de contenida elocuencia en el que Rankin termina de vaciarse con la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. César Luquero

41

Sorry

Let The Lights On

Lo que Sorry consigue edificar sobre una base de batería-bajo relativamente sencilla es de una vibrante sofisticación: desfile de sonidos incorporados orgánicamente –percusión artificial, sintetizadores envolventes, susurros agudos, lamentos rotos de guitarra e incluso un piano– que el carisma vocal de Asha Lorenz se encarga de unificar. Una pieza sorprendentemente variada a la vez que homogénea, bailable pero también extrañamente melancólica. Creatividad en el estudio que nunca degenera en una experimentación enajenante. Xavier Gaillard

40

Manuel Turizo

La bachata

¿Cómo sería buscar un significado para “el rock”, por ejemplo, y encontrar antes una canción que la definición? Manuel Turizo lo ha conseguido. El colombiano logra un hit internacional con título homónimo al género dominicano más conocido, patrimonio inmaterial de la humanidad desde 2019 y nuevamente en boga. Gusta hasta a detractores del hipnótico ritmillo. Un tema de despecho que evoca al clan Aventura del actual rey de la bachata, Romeo Santos, allá por el 2000. Fecha en que nacía Turizo, tan melómano como deudor. Miguel Tébar A.

39

Hudson Mohawke

Is It Supposed

Comienza con congas y voces soul que evocan hedonismo house e hipnosis de noches de fiesta madchester. Recordaremos haber vivido una experiencia profundamente sintética que, tras algunas vacilaciones donde arañamos el cosmos extraviados, elevará una cadencia ascendente sin retorno, un estallido de poso nostálgico, de rave que se torció y que ya no celebra nada sino que insiste en la melancolía de la pérdida, que nos dejará eufóricos, hiperventilando, de rodillas en una pista sucia de lentejuelas perdidas y globos desinflados. Ramón Ayala

38

Aldous Harding

Fever

Un dardo pop. Un midtempo redondo. Aunque con la autora neozelandesa, las cosas suelen ser distintas, sin importar cuán críptica pueda ser la letra. “I still stare at you in the dark / Looking for that thrill in the nothing / You know my favorite place is the start”. No guarda relación con el clásico que hizo popular Peggy Lee en 1958 y, años después, La Lupe, pero magnetiza y descoloca por igual. Con su voz, Aldous Harding altera una melodía que supera barreras entre el folk y el pop, pues conoce el quid de líricas y síncopas liberadoras. Miquel Queralt

37

Burna Boy

Last Last

El primer single del nuevo disco de Burna Boy, “Last Last”, publicado el 12 de mayo, se ha convertido en el mayor éxito de su carrera, acercándose ya a los 150 millones de escuchas en Spotify. Producido por Chopstik, la canción samplea el hit R&B de Toni Braxton “He Wasn’t Man Enough” (2000), que comparte la autoría del tema. Adornado con un curioso arreglo de cuerda, más propio de la música repetitiva minimalista, es un medio tiempo afropop que le sirve para lamerse las heridas del desamor. Ramon Súrio

36

The Smile

Free In The Knowledge

Un bello inicio anticipa la engañosa tranquilidad de las canciones brumosas, con acústicas imponiéndose a un fondo de teclado misterioso, hasta que asoma la voz de Thom Yorke y cuerdas enfáticas. Todo bien. Llega el minuto tres y un falsete derrite el éter en sollozo mágico, como una súbita sobredosis de algo que quiere parecerse al éxtasis. Difícil delinearla, más allá de la esperanza del mensaje y la gratitud por ese pálpito de conmoción. Javier Corral “Jerry”

35

yeule

Bites on My Neck

Nat Ćmiel, nacida Natasha Yelin Chang, viene de un lugar en principio tan exótico como Singapur. Con su proyecto yeule –nombre de un personaje del videojuego “Final Fantasy”– está operando desde 2012. Este año ha editado su nuevo álbum, “Glitch Princess”, del que “Bites On My Neck” es su tema emblemático. Una canción de amor pasional que se inicia con una atmósfera onírica, ilusoria y feérica para derivar después en magnético y adhesivo electropop hipnagógico. Lo más parecido a la magia en 2022. Luis Lles

34

Kali Uchis

NO HAY LEY

Mientras otras caen lacias hacia el lado de las baladas (coff, coff… ¡Rihanna!), Kali Uchis anuncia que tiene bajo el brazo dos discos: uno mayormente en inglés en su clave habitual de nu-R&B de acento latino y otro en español en el que va a pisar el acelerador. “NO HAY LEY” es el primer avance de este segundo proyecto: un chute de electro-pop cumbiero con beats tan bailables como sensuales que, ya desde su letra, anima a frotar la cebolleta en la pista de baile. Imposible decirle que no a Kali. Raül de Tena

33

Koffee

Pull Up

Entre “Burning” (2017) y esta píldora de consumo fácil, la trayectoria de Koffee ejemplifica lo sucedido con el sonido de Jamaica, que ha mutado desde el dancehall-reggae a un híbrido que conecta con el trap, el electropop o los afrobeats. “Pull Up” demuestra que mantiene su capacidad para golpear y sorprender, y hace gala de su carisma fresco y directo con un caramelo de temática tan frívola –los coches, las marcas y el subidón de conducir/cantar/rapear– que la coloca en sintonía con las nuevas corrientes de la mal llamada “música urbana”. Dr. Decker

32

Let’s Eat Grandma

Happy New Year

Entra el Elka Synthex y sabemos que se avecina temazo, aunque suene como si lo hubiéramos escuchado mil veces, como si mezclara el synthpop de los 80 con la energía llenaestadios de la EDM. El arranque etéreo se va enturbiando con el bajo distorsionado del Moog, alucina con un arpegio y asciende por un bombo a negras renqueante, recordando a la Lorde de “Melodrama” (2017). Este himno a la amistad cargado de pólvora pop termina explotando en el cielo, como los fuegos artificiales en el puente final. Diego Rubio

31

Shakira y Rauw Alejandro

Te felicito

Aunque la bachata parezca más apropiada, Shakira construyó una canción pop que convierte sus dramas personales en fuerza creativa. Decisión controvertida pero que también huele a triunfo. “Te felicito” nos invita a tomar clara conciencia del fracaso. Aunque no rescate las mismas metáforas excéntricas que la consagraron como una de las notables compositoras latinoamericanas de este siglo, luce sinceridad. En apenas tres minutos, nos anima a decir las cosas, aunque duela y sea necesario salir a recomponer las piezas rotas. Guilherme Araujo

30

Romeo Santos y Rosalía

El pañuelo

Amor a primera escucha entre Romeo Santos y Rosalía. Tras “La fama” –ella con The Weeknd– y las declaraciones de ambos profesándose admiración, era cuestión de tiempo la unión de estos monarcas. La primera cita, en República Dominicana, cuando ella apareció en el fin de gira de Aventura ante la sorpresa de un público totalmente entregado. La fusión del quejío flamenco y la sensualidad de la bachata casan perfectamente en este juego de desamor, duelo, atracción y deseo. ¡Quién no ha sido o ha querido ser el pañuelo de lágrimas de algún corazón roto! Pilar Morales

29

BLACKPINK

Pink Venom

Con precisión milimétrica y el mejor de los criterios, el equipo de (super)producción reclutado por el emporio YG realiza un certero ejercicio de yuxtaposición genérica –pop, rap y electrónica bailable– en tres minutos sin fallo que el cuarteto interpreta con la versatilidad de siempre. Todo ello aderezado por la tradición sónica coreana a través del geomungo y regado con un caudal de hooks-fonema que culmina en ráfaga euforizante, alargando aún más la sombra del tándem Missy Elliott-Timbaland. Uau. César Luquero

28

MUNA

What I Want

Muchos han intentado, la mayoría sin éxito, emular la perfección electro-pop de Robyn en la época “Body Talk” (2010-2011): la depuración de la producción, las melodías perfectas, el drama revitalizador. Doce años después, MUNA puede vanagloriarse de ser excepción: “What I Want”, coescrita con el hitmaker Leland, es –como “Dancing On My Own”, como “Indestructible”, como “Call Your Girlfriend”– un himno de autoafirmación (gay en este caso) más esculpido que producido y capaz de hacerte ver otro futuro. Juan Manuel Freire

27

Floating Points

Vocoder

Floating Points funciona como un péndulo. Tras su periplo ambient-jazz con Pharoah Sanders y la London Symphony Orchestra solo le quedaba volver a la pista de baile. “Vocoder” es más acelerada que su banger habitual, pero en ella residen algunas cualidades del británico que hemos aprendido a apreciar: diseño sonoro puntillista, maestría a la hora de manejar escasos elementos –su loop de vocoder actúa como ritmo y melodía– y la convicción de que con aparentemente tan poco pueda poner del revés una sala con varios miles de clubbers. Álvaro García Montoliu

26

Villano Antillano & Bizarrap

Villano Antillano: Bzrp Music Sessions, Vol. 51

La puertorriqueña Villano Antillano ha sabido aprovechar su oportunidad como MC invitada en una de las sesiones del productor argentino Bizarrap. Las bases arrancan insinuantes, guardando munición para lo que vendrá más adelante, dejando que la enérgica forma de rapear la letra marque el crescendo hasta llegar al primer subidón. Después, el productor zarandea al oyente cambiando de estilo y de beats a placer. Dos talentos de la música urbana reunidos en un acierto que se goza de principio a fin. JuanP Holguera

25

Sharon Van Etten

Mistakes

Este año ha quedado certificado el paso del minimalismo folk-rock a la sofisticación sintética que Sharon Van Etten ya encaminó en “Remind Me Tomorrow” (2019). Lo adelantó en “Porta”, con sus sintetizadores new wave, en la línea evolutiva de “Comeback Kid” o “Seventeen”. Menos impetuoso, “We’ve Been Going About This All Wrong” explota en “Mistakes” como lo hace la propia canción, en uno de los habituales crescendos en los que ella se mueve como pocas. “Incluso cuando me equivoco / ¡es genial!”, canta en el estribillo. “Bailo como Elaine” –guiño a “Seinfeld”–, “pero el cuerpo me lleva a la pista”, cuenta en la estrofa final. Quizá, su canción más pop. Cesc Guimerà

24

Angel Olsen

All The Good Times

La progresión de Angel Olsen desde 2011 ha sido digna de quienes no se encasillan, empeñada en contar sus historias de manera precisa, como la gran narradora de estados de ánimo que es. “All The Good Times” fue el primer sencillo de su sexto disco, “Big Time”. Nos introduce en una entrega donde la artista honra sus raíces adoptivas musicales –la materna, tirando al country–. Lo que empieza siendo una nana velvetiana en los primeros compases, con su deje vaquero, se transforma en una balada de mucho quilate emocional que, tanto en el cenit como en su desenlace, con el drama de las voces superpuestas, deja en cambio el sabor de un buen recuerdo. Isabel Guerrero

23

Oliver Sim feat. Jimmy Somerville

Hideous

Apelar al poder sanador de la música tratándose de un tema como el VIH podría ser considerado una frivolidad, pero algo de eso hay en “Hideous”. Oliver Sim tira de honestidad radical para quitarse una gran carga de encima, reconociendo abiertamente su condición de seropositivo desde los 17 años. Por su importancia en el relato de “Hideous Bastard” solo podía estar situada en el arranque de la secuencia: es la piedra angular sobre la que se construye el debut del también integrante de The xx. Su impacto, no obstante, trasciende los límites artísticos. Es una canción que alivia, que trae paz y que abre camino. Edu Fernández

22

FKA twigs

jealousy

Tras la cruenta purificación de “MAGDALENE” (2019) y después del confinamiento que le siguió, tocaba levantarse y buscar un poco de luz: “I just wanna go outside and feel the sun is shinin’ on my better side”. FKA twigs descomprime con una mixtape en la que el afán por conectar es la principal motivación y en la que caben muchos de los sonidos que, a día de hoy, predominan en el globo. De ahí que no sea de extrañar la incursión africana de “jealousy”, en la que se atreve con el afrobeat e invita al nigeriano Rema a que la acompañe en esta pegadiza canción, producida por ella misma, El Guincho, Fred again.. y Koreless: auténtico dream team internacional. Anton Casas

21

Soccer Mommy

Shotgun

“Shotgun, single con el que Soccer Mommy promocionó “Sometimes, Forever”, comienza con un bajo amenazante y una línea que sitúa a sus oyentes en medio de una carretera perdida. La recorren dos amantes en un coche cuyo interior reconforta con la familiaridad del formato canción. Al mismo tiempo, la neblina que empaña los vidrios podría ser análoga a la producción brumosa de Oneohtrix Point Never, que se encargó de aportar texturas nuevas al rock noventero de Sophie Allison, procurando no desmerecer el intimismo melódico del proyecto: en “Shotgun” se dispara un estribillo acaramelado sobre la toxicidad como opuesto de la devoción. Bartolomé Armentano

20

Danger Mouse & Black Thought feat. Joey Bada$$, Russ & Dylan Cartlidge

Because

“No necesitamos una razón para morir, la palmamos porque sí”. Así remata su speech Black Thought (The Roots) antes de ceder el micro a la terna de muchachos invitada que completa “Because”, segundo single del redondísimo “Cheat Codes”. En un disco con una potente carga política y social, llamado desde ya a convertirse en clásico, sobresale esta pieza que trae a la actualidad y pasa por el filtro del movimiento Black Lives Matter el no future de la juventud marginada por el sistema. Remata la jugada, por contraste, el arrullo de un sample tan pegadizo como luminoso de “You Don’t Have To Worry” (1967), de los one hit wonder Doris & Kelley. Regina López Muñoz

19

Arctic Monkeys

There’d Better Be A Mirrorball

De regreso del lujoso resort lunar de su anterior disco, Alex Turner escribe aquí –con acostumbrada oblicuidad– sobre algo tan mundano como una separación romántica: el hombre que cayó a la Tierra. Es una balada primorosa, impulsada por un sutil ritmo jazzístico, conducida por un incesante motivo de sintetizador, sinuoso y etéreo, y, en su tramo final, ornada con cuerdas en crescendo que resplandecen melancólicamente. Lo más sobresaliente, un Turner que, convertido en crooner crepuscular, canta como nunca; cuando lo hace en falsete rezuma una vulnerabilidad porcelánica, conmoviendo hasta lo más hondo, hasta donde se cobijan las lágrimas. Bellísima. Javier de Diego Romero

18

Megan Thee Stallion

Her

Todas las competidoras, los tíos que se le pongan por delante, quienes se metan con su cuerpo y con su vida, están advertidos. Megan Thee Stallion ha facturado un himno explícito con “Her”, que reafirma como nunca que nadie va a someter su reivindicación de la sexualidad y su apuesta de plantarse en lo más alto del rap. Fruto de esa mitad de cortes sin colaboradores al micro del desafiante “Traumazine”, en este tema se vale por sí misma para representarse por triple partida (Her/She/Me) cada vez que vuelve el estribillo. El ritmo house de fondo le sirve para, en medio del baile, decirnos: “To everybody hating, y’all can suck this clit”. Vicenç Batalla

17

Kae Tempest ft. Kevin Asbtract

More Pressure

“More pressure / More release / More relief / More belief / More distance / More reach…”. El primer adelanto de “The Line Is A Curve”, cuarto álbum de Kae Tempest, lo descubría rimando con creciente intensidad sobre una de las bases electrónicas más infecciosas de su carrera, aportada por su mano derecha, Dan Carey. Su frenético encadenado de eslóganes de autoayuda inteligente funcionan a la perfección tanto en la pista de baile como en los auriculares, en cualquier lugar, y llega a una nueva dimensión a partir del minuto dos cuando el estadounidense Kevin Abstract (BROCKHAMPTON) se incorpora a la canción para dotarla incluso de más fuerza. David Saavedra

16

Two Shell

home

Two Shell está dejando de ser el secreto mejor guardado del UK bass. Cada paso del dúo de Londres genera expectación y palpitaciones y acaba en ovaciones y muecas de incredulidad y asombro. ¿Cómo lo hacen exactamente? ¿Cómo son capaces de conjugar la perfección técnica con el espíritu de la radio pirata? Abriendo la horquilla generacional, “home” –filtrada en 2021 en un white label y lanzada oficialmente a principios de año– concilia la nostalgia jungle de la era de la burbuja dotcom con la euforia hyperpop. Es Two Shell en su configuración más frenética, colándose en el Proyecto Natick de Microsoft para oficiar una rave entre servidores submarinos. Juan Monge

15

Pusha T

Diet Coke

¿Nos cansaremos de escuchar a Pusha T rapear sobre cocaína? Basándonos en “Diet Coke”: no. Con el sample de Fat Joe gritando “Yesterday’s price…”, los pelos ya se ponen de punta. Tiene el punctum de algunas de sus creaciones recientes más icónicas: rabia rimando, profundas metáforas sobre la vida de un narco y excelencia musical. Solo por recuperar un ritmo de 88-Keys olvidado en el cajón casi dos décadas hay motivo para su inclusión en esta lista. Sumen la sucesión de barras icónicas. Sería injusto citar solo una, pero es que ese “Missy was our only misdemeanor”… Solo él podría rendir pleitesía a Missy Elliott en una canción homenaje al crack. El rey. Al Sobrino

14

Nilüfer Yanya

stabilise

La londinense se abre paso entre las renovadoras del indie rock británico con su segundo álbum, que contiene uno de los recuerdos emocionales de 2022: este “Stabilise”  compuesto entre ella y el también productor Will Archer. Más allá de la entonación entristecida que caracteriza su canto, el tema activa su pegada adictiva mediante un ritmo drum’n’bass de progresión ascendente que desencadena el éxtasis con la llegada de un estribillo demoledor. Un acelerón de miocardio precedido por un hábil puente, construido entre punteos de guitarra y la voz de Yanya. Un tema oxímoron; euforia desolada como respiradero a la soledad y el vacío de la vida urbana. Marc Muñoz

13

Björk

Atopos

“Atopos”, contundente tema con el que Björk regresó después de cinco años de silencio discográfico, irrumpió como el elefante ese de la cacharrería. Primero aparece un sexteto de clarinetes, pero enseguida entran unas percusiones atávicas que, más que como ritmos, terminan comportándose como golpes para despertar conciencias contra la cultura de la cancelación: leed la letra, inspirada en el libro de Roland Barthes “Fragmentos de un discurso amoroso” (1977). Es machacona y estridente porque su discurso no se puede limitar a expresarse como quien levanta la mano pidiendo permiso para hablar. Es la bofetada de quien te reta, elegantemente, a duelo. Jesús Rodríguez Lenin

12

Rina Sawayama

This Hell

¿Nunca te atreviste a reconocer que Shania Twain te hacía mover las caderas? No te preocupes: Rina Sawayama lo hace por ti en “This Hell”, tema que, como ya es norma en el novísimo pop, es hit por derecho propio y comentario de texto que pone en valor estéticas denostadas. Partiendo de una narrativa que se carcajea del puritanismo y en la que se reconoce como pecadora orgullosa, la japonesa-británica hace una reverencia a los poderes del country-pop, se monta a lomos de un riff melenudo y saluda a Lady Di, Britney Spears y Whitney Houston. Este apetecible infierno la acerca como nunca antes a la redondez de un banger que no halla culpa en su placer. Gerard Casau

11

Fred again.. & Romy & HAAi

Lights Out

Muchas colaboraciones estelares acaban siendo inferiores a la suma de sus partes, pero después hay casos (raros) como el de “Lights Out”, imposible banger para bailar con lágrimas en los ojos, armonía perfecta de tres talentos en la cima de su juego. Romy pone una maqueta de The xx que, misteriosamente, nunca llegó a nada; Fred again.., su capacidad para coger pequeñas melodías íntimas y convertirlas en corazón tierno de salvajadas de club, y HAAi, una (re)mezcla diabólica a la que seguramente añadió el músculo techno que sacude el tema en su último minuto. En el bucle final, Romy canta por todos: “Never want it to end, never want it to end”. Juan Manuel Freire

10

Charli XCX feat. Rina Sawayama

Beg For You

El ineludible ciclo de la música pop –veinte años– fijó su mirada en el inicio de los 2000, y el sonido UK garage se volvió omnipresente en 2022. “Beg For You”, de Charli XCX y Rina Sawayama, fue quizá el mejor ejemplo de cómo la percusión y el bajo físico de UK garage podían funcionar en una canción pop moderna, con dos de las mayores estrellas del género en este año agregando descaro y estilo a un ritmo estridente, mientras la inolvidable línea de cuerdas eléctricas inyecta drama, creando un himno agridulce listo para arrancar lágrimas en la pista de baile y en grandes salidas nocturnas. La hechicería pop absolutamente natural, a nuestro alcance. Ben Cardew

09

Jamie xx

KILL DEM

Jamie Smith obsequió, en las postrimerías del verano, un nuevo artefacto de adhesión instantánea. Se empapó del calor y color del carnaval de Nothing Hill de sus itinerancias adolescentes para facturar una golosina disco-house de estancia prolongada en los pabellones auditivos. Y lo llevó a cabo con el volcado de “Limb By Limb”, del jamaicano Cutty Ranks, acogido por un BPM diabólico, preservando las fragancias dancehall del sample, insertando coros sudorosos y voces metalizadas. Y todo dispensado bajo esa métrica febril de impulso incontrolable. Tan exquisitamente entrelazado y lleno de serotonina como (mal) acostumbra el alquimista londinense. Marc Muñoz

08

Bad Bunny

Tití me preguntó

Arranca con una guitarra que es puro merengue y que solo unos segundos después desaparece para dejar paso al ritmo dembow y un estribillo irresistible marcado por su época –“Vamos a tirarnos un selfie”– y una letra escrita desde un punto de vista macho y hedonista. Y en lugar de ir a lo fácil, a media canción todo se viene abajo. El ritmo cesa, se abre paso un sintetizador de sonido más oscuro y la letra deja de lado el tono triunfante para incidir en las flaquezas del protagonista. Compuesta por Bad Bunny con producción de MAG y La Paciencia, es un viaje musical de cuatro irresistibles minutos que afianza el trono del indiscutible rey actual del reguetón. JuanP Holguera

07

Lizzo

About Damn Time

Cuatro meses pasaron los creadores de este banger diseñando y perfeccionando junto a Lizzo, afilando cada arista y redondeando lo que se lanzó como bomba disco-funk empapada en Freixenet y conducida por un elegante groove de bajo. Tres minutos de perfección pop para un clásico instantáneo del “feel-good” feeling pospandémico. “About Damn Time”  fue single principal de “Special” (2022) y ascendió hasta el número uno en Estados Unidos como asciende el oyente a las pistas de baile celestiales del Studio 54 según avanzan los sintes y los coros, y cuando la flauta travesera hace su adictiva aparición con un riff en el puente. “It’s bad bitch o’clock, yeah, it’s thick-thirty”. Diego Rubio

06

Jessie Ware

Free Yourself

¿Construir puentes o quemar puentes? Después de que el discazo “What’s Your Pleasure?”  la encumbrara en 2020 como diva queer-house, Jessie Ware tenía dos opciones: buscar continuidad o romper la baraja y volar hacia otros sonidos. En este marco, “Free Yourself”  puede ser epílogo o punto y seguido… Sea lo que sea en el futuro, hay que celebrar lo que es en el presente: un temarral de house vocal clásico –¡piano! ¡cuerdas!– con una letra que apela directamente a la liberación del placer que ya suscribió su último álbum hasta la fecha. Ware suma otro mantra para el hedonismo del nuevo siglo: “Free yourself / please yourself”. No hace falta decir más. Raül de Tena

05

Fontaines D.C.

I Love You

Inglaterra les debía una vida a The Smiths exactamente por la misma razón que Dublín bajo la lluvia –una ciudad embarazada con una mente católica– es de Fontaines D.C. Lo proclamaron con orgullo para sí ya en su primer álbum. Y en ninguna otra canción está más presente esa prolongación a todo su país que en “I Love You”, tres años después: declaración de amor y odio (es decir, como solo una buena declaración de amor puede ser) a Irlanda desde la perspectiva algo culpable de quien se gana el sueldo al otro lado del mar, en la meca londinense. “Esta isla está regida por tiburones que tienen huesos de niños atrapados en sus mandíbulas”, declama en escalofriante crescendo Grian Chatten, tal y como puede verse en el videoclip grabado –no podía ser de otro modo– dentro de una iglesia, con el corazón casi fuera del pecho. El olor a adoquines mojados, el catolicismo opresivo, la austeridad asfixiante y la emigración forzosa sobrevuelan la mejor canción del quinteto (y eso ya es mucho decir), que se guarda su buen toque de atención al conservadurismo del Fine Gael y del Fianna Fáil, en uno de los irrebatibles puntos álgidos de conciertos como los que dieron en Barcelona y Madrid en marzo o en el Primavera Sound en junio. Volviendo al principio como en un bucle: Fontaines D.C. dijeron que serían grandes. Y ya lo son. Y mucho. Carlos Pérez de Ziriza

04

Harry Styles

As It Was

Si algo nos ha enseñado el último disco de Taylor Swift, y por extensión buena parte del pop contemporáneo, es que no eres estrella de pleno derecho sin airear intimidades en tus canciones. “As It Was”  es otro nuevo ejercicio de narrativa personalísima en la que Harry Styles lanza una mirada agridulce al pasado mientras pone internet patas arriba evidenciando su romance con Olivia Wilde. Él mismo ha dicho de la canción que habla sobre “la metamorfosis, aceptar el cambio y el yo pretérito, cambiar de perspectiva y todo eso”. Pero si antes era muy amigo de recrearse en tiempos acaso mejores y lamentarse por la soledad que deja una relación truncada, en esta extraoficial banda sonora de TikTok al británico se le nota sentido del pragmatismo ante tal situación. Musicalmente ya es otra cosa: la suya es una confianza en sí mismo más propia de una estrella en lo más alto de su juego. Así que este “As It Was”, tanto espiritual como musicalmente, es muy deudor del “Blinding Lights”, de The Weeknd. Ambos son himnos eufóricos de tempo acelerado, cargados de nostalgia hacia el pop de los años ochenta. En el caso de Styles, la referencia más obvia sería a-ha, pero en estos 2 minutos y 47 segundos –brillante ejercicio de concreción musical la suya– hay todo tipo de guiños: del bedroom pop hasta unas campanas muy ABBA que anuncian canción del año. O casi. Álvaro García Montoliu

03

Kendrick Lamar

The Heart Part 5

Kendrick Lamar no pecó de humildad al consagrarse con “good kid, m.A.A.d city”  (2012.) Al final de “Compton”, durante la primera sesión con Dr. Dre, sentenció frente a la leyenda: “Now everybody serenade the new faith of Kendrick Lamar, this is King Kendrick Lamar. Diez años después, con la profecía cumplida, el rey rompió cinco años de silencio con el último de una serie de singles marcado por la retrospección en lugar de la ambición, que se convirtió en bonus track de “Mr. Morale & The Big Steppers” (2022).

“As I get a little older, I realize life is perspective, and my perspective may differ from yours, I wanna say thank you to everyone that’s been down with me”  es el sincero inicio de “The Heart Part 5”. Sobre un sample de “I Want You” (Marvin Gaye) que inunda de R&B toda la pieza, escribe su particular carta de agradecimiento, en la que también reivindica con rabia sus orígenes, el valor del gueto y la cultura como testimonio de la batalla cotidiana.

Tras una diatriba sobre el peso de la fama, se vale de una instrumentación en crescendo para conciliarse con su realidad y consagrar su compromiso. Aquel desafiante joven que iba a cambiar el rumbo del hip hop es ahora padre de familia, capaz de diseccionar su entorno y su alma gracias a una imperturbable honestidad que con el tiempo se ha hecho más madura. Carlos Marlasca

02

Beyoncé

Break My Soul

La música de baile, como cualquier otra, siempre está dando vueltas en círculos. Al parecer, el concepto estoico del eterno retorno tiene muchos adeptos en la dance music. Y por lo que se aprecia en muchas producciones actuales, hoy toca recuperar el speed garage, el underground house y otros ritmos de los noventa. “Break My Soul”, el single principal de “Renaissance” (2022), eleva a Beyoncé a la categoría de nueva diva house a la vez que sublima esa circularidad.

Casi parece una versión de “Show Me Love” o del muy similar “Luv 4 Luv”, ambos de 1993, que convirtieron a Robin S. en una de las reinas del underground house, de cuando el house volvió a las catacumbas ante el empuje del drum’n’bass, el big beat y las diversas derivaciones del techno. Incluye en su inicio un sample del tema bounce “Explode”, del rapero queer Big Freedia, que, con su “yaka, yaka, yaka”, a su vez parecía inspirado por el hit electro-reggae de 1983 “Go Deh Yaka”, de Monyaka. En todo caso, es un canto de liberación y empoderamiento, con paradójico mensaje anticapitalista, en el que Beyoncé expresa su deseo de tomar las riendas de su vida sobre un ritmo que invita al hedonismo. Como alternativa al original, están las remezclas. La más interesante, aparte del mash-up con “Vogue” (Madonna), es, sin duda, la de Terry Hunter, en la onda de Masters At Work. Eterno retorno por la puerta grande. Luis Lles

01

Stromae

L’enfer

Me cuesta imaginar a Jacques Brel con la ensaimada capilar que luce Stromae sobre la cabeza en la portada de su nuevo álbum, pero entre ambos se da una línea genealógica menos loca de lo que parece. Cuestiones circunstanciales como la nacionalidad, la delgadez o el tono vocal se suman al sentido del humor y los apuntes existenciales. Un ADN compartido con artistas de similar vocación por los peinados memorables como David Bowie, Scott Walker o Marc Almond. Todos ellos han focalizado buena parte de sus fértiles carreras en asuntos como la prostitución, la soledad o el suicidio. Desde la iniciática “Seul” (1959), de monsieur Jacky, pasando por “Big Louise” (1969), firmada por Mr. Engel, el music hall marciano de Jones y su “Rock’n’Roll Suicide” (1972), todas devotamente versionadas por Almond, hasta llegar al maestro Paul Van Haver con claves de bóveda de “Multitude” (2022) como “Fils de joie” y “L’enfer”.

El año que nos deja ha supuesto el regreso de Stromae después de mucho tiempo de retiro familiar y un álbum previo, el enorme “Racine carrée”, que se publicó tan lejos como en 2013. Su reaparición llegó a un estudiado cenit con la entrevista que el canal televisivo francés TF1 le hizo hace once meses. Tras explicar la gestación de su nuevo disco, el genio de padre ruandés y madre belga –ya saben: ojos claros, elegancia africana, hoyuelo pueril y garganta de alabardero– se marcó a pecho descubierto y sin pestañear desde su asiento una interpretación impecable de “L’enfer”. Tan perfecta que no dejas de escudriñar los labios del cantante para pillarle en un playback que en realidad nunca existió. Lo que hizo en aquel telediario creo que no tiene precedentes.

Si alguien definió la belleza como una cooperación de placeres, “L’enfer” los contiene sobradamente: timbres turbadores, cadencia mestiza, melodía melancólica y estructura cristalina. No importa que la letra exprese tanto dolor: el buen pop no tiene por qué ser siempre luminoso; tampoco complejo. Un coro búlgaro lanza su letanía gutural sobre la sencilla línea de piano que precede a la voz hipnótica de Stromae: No soy el único que se siente solo, eso ya es algo; es una locura saber cuántos han pensado lo mismo; pero no me ayuda a sentirme menos solo; de hecho, he considerado el suicidio varias veces y no me enorgullezco; a veces lo sientes como la única forma de silenciar esos pensamientos que te hacen pasar un infierno”. Si su confesión personal sirve además para combatir la estigmatización de las enfermedades mentales, mejor que mejor. José Manuel Caturla

Playlist / TOP 2022: canciones internacionales

Fueron las mejores...

1986 R.E.M. Fall On Me / 1987 Suzanne Vega Luka / 1988 Prince Alphabet Street / 1989 Public Enemy Fight The Power / 1990 Deee-Lite Groove Is In The Heart / 1991 R.E.M. Losing My Religion / 1992 Khaled Didi / 1993 US3 Cantaloop (Flip Fantasia) / 1994 Youssou N’Dour & Neneh Cherry 7 Seconds / 1995 Goldie Timeless / 1996 R.E.M. E-Bow The Letter / 1997 Primal Scream Kowalski / 1998 Pascal Comelade & PJ Harvey Love Too Soon / 1999 Armand Van Helden U Don’t Know Me / 2000 Madonna Music / 2001 Missy Misdemeanor Elliott Get Ur Freak On / 2002 Missy Elliott Work It / 2003 Beyoncé (feat. Jay-Z) Crazy In Love / 2004 Franz Ferdinand Take Me Out / 2005 Rufus Wainwright The One You Love / 2006 Gnarls Barkley Crazy / 2007 Rihanna (feat. Jay-Z) Umbrella / 2008 Coldplay Viva la vida / 2009 Animal Collective My Girls / 2010 Caribou Odessa / 2011 M83 Midnight City / 2012 Frank Ocean Pyramids / 2013 Daft Punk Get Lucky / 2014 Sia Chandelier / 2015 Kendrick Lamar King Kunta / 2016 Rihanna (feat. Drake) Work / 2017 Lorde Green Light / 2018 Childish Gambino This Is America / 2019 Billie Eilish bad guy / 2020 Bob Dylan Murder Most Foul / 2021 Fred again.. (feat. The Blessed Madonna) Marea (We’ve Lost Dancing) ∎

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