El legado de Galaxie 500 siempre se ha cuidado con mimo, removiéndolo lo menos posible. Al margen de sus tres LPs oficiales –“Today” (1988), “On Fire” (1989) y “This Is Our Music” (1990)–, poco se ha sabido a posteriori del grupo de Noami Yang, Damon Krukowski y Dean Wareham, con la excepción de la campaña de reivindicación emprendida por Rykodisc con el definitivo boxset “Galaxie 500” (1996) y “The Portable Galaxie 500” (1998), además del directo “Copenhaguen” (1997). Desde entonces, streaming al margen, la música del trío de Boston podríamos decir que ha dormido el sueño de los justos. Hasta ahora, que han decidido mirar hacia atrás y ofrecer este “Uncollected” –doble vinilo, doble CD, doble casete– que rebusca en las grabaciones fijadas entre 1988 y 1990 en el estudio Noise New York, siempre con Kramer a los mandos.
Son dos docenas de cortes, ordenados cronológicamente, que, además de piezas difíciles de rastrear, incluyen ocho temas hasta ahora no escuchados. Y, por supuesto, aquí está la esencia de la banda en busca de su característico sonido de guitarras flotantes y melodías de éter, pero en una versión más cruda, sin pulir, cuasi punk, aunque ya se advierten las referencias hacia las que dirigían su mirada, ya sea The Velvet Underground, Joy Division o Young Marble Giants (sí, aquí están “Here She Comes Now” de VU, “Ceremony” de los de Mánchester y el “Final Day” de los Giants, ya conocidos como rarezas en piezas hoy más o menos inencontrables; también una reverencia a Daniel Johnston con “Never Get To Heaven” y el “Cheese And Onions” de The Rutles, banda-parodia de The Beatles creada a mediados de los setenta por el Monty Python Eric Idle con la complicidad como compositor de Neil Innes de The Bonzo Dog Doo-Dah Band).
Hay que prestar atención, por ejemplo, a “On The Floor” –inédito grabado en febrero de 1988– con su guitarra casi jangle; o a los también inéditos “I Wanna Live” y “I Will Walk”, registrados un año después, que anticipan las coordenadas que después desarrollaría Wareham en Luna. Más inéditos: “Cactus” y “Moonshot” –junio de 1990– ya se acercan bastante a ese indie rock narcotizado que los identificaría durante su breve existencia y que los apartaría (para bien) de los escuadrones del rock alternativo del momento.
Escriben en su Bandcamp que este “Uncollected” puede considerarse “como una historia secreta de la banda siguiendo el arco de su crecimiento y expansión creativa desde el principio hasta el final de su carrera”. Mejor definición, imposible. ∎
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