Conocida principalmente por ser una de las voces principales de The Yearning, hace tres años que Maddie Mae abrió una vía más personal de su imaginario musical, subrayada por el hecho de utilizar su propio nombre. Para dicha empresa, el capitán de The Yearning, Joe Moore, ha tomado las riendas de la producción. Bajo su mando instrumental, surge este primer LP, cocinado con esmero y detallismo consecuente a la confección de un traje de alta costura para la deliciosa voz de Mae.
El elegante tono reggae sintetizado con el que flota en modo soul a través de “Black Liquorice” demuestra el gran truco de este disco: mostrar un halo de originalidad perfectamente incrustado en los acabados de unas canciones que brillan a un nivel altamente notable. Las canciones de Mae y Moore van más allá de una demostración exquisita de buen gusto, con momentos de alta graduación epidérmica, como en la gustosa melancolía bailable aplicada en un bombón tan sugerente como “Lose You”. En dicho corte, llegan a asomar connotaciones sinte de la odisea depechemodiana, aunque siempre desde un plano abocado a la ley del menos es más. Pop de cinco tenedores consciente de su condición, demarcada por la voz de una Mae que, por momentos, llega a recordar a una especie de mutación en torno al ADN vocal de Lana Del Rey y Arlo Parks.
Con esta pauta de acción, el savoir affaire exhalado en todo momento se formaliza en tonos neutros altamente gratificantes, tal que en “Stay The Same”, single ancla con el que consigue derivar nuestra imaginación hacia una versión minimal synth de las primeras Haim. Esta misma sensación es la que obtenemos del soul-pop de celofán tejido en la oníricamente grandiosa “Polaroid Love”. Estas dos canciones son perfectamente representativas de la negación hacia el maximalismo pop instaurado por Lorde, Beyoncé, etc. En este sentido, Mae pertenece a la corriente instaurada por Billie Eilish desde que volcó el mundo de las tendencias de producción en la aristocracia mainstream pop. Buena prueba de ello es también la hermosa “Used To”, tenue y emotiva desde una puesta en escena que denota la relevancia otorgada a la construcción de una atmósfera que incluso es capaz de hacernos pensar en una versión soul de la añorada Julee Cruise. Palabras mayores condensadas a lo largo de una decena de canciones que, como en el caso de “Cool Like You”, son una oda a la personalidad de una Maddie Mae que, como en este corte en cuestión, alcanza su mayor potencial desde el recogimiento de su metodología, para la cual Joe Moore ha hilado un trabajo de pura artesanía. Orfebrería pop que consigue transcender después de varias escuchas y, al mismo tiempo, definen un rasgo de autonomía nada habitual por estos lares de lxs pretendientes a subirse al carro de las voces que abanderan la corriente crooner pop de altos vuelas comandada por Lana Del Rey. ∎
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