No estamos locos. Es realmente curioso que, a nivel de tendencias y estética, el año en que menos hemos salido de casa haya sido el año del outdoorism. Es decir: la aplicación de elementos, códigos y prendas destinadas a realizar actividades al aire libre en el mundo de la moda y, más en concreto, de las zapatillas. En este sentido, hemos tenido varios nombres propios. Salomon es uno de ellos.

La marca francesa de material de rendimiento deportivo ha encontrado en el segmento del trail running todo un filón, al ser capaz de lanzar sneakers que cumplen sobradamente su función técnica y, a su vez, que se ganen el favor de los fashionistas surfeando la ola de una tendencia que ha ido creciendo en las últimas seasons. Ya en 2019 su S/LAb XT-6 fue nombrada por la publicación GQ como la zapa de 2019. Y, ahora, se ha decidido a cerrar 2020 también en plena forma.

Su propuesta de valor es simple y clara: combinaciones de colores acertadas, siluetas maximalistas y calidad. Su colección otoño-invierno ha dejado algunas perlas posicionadas entre lo mejor del año, entre las que nos quedamos con las XT-Quest Advanced. No representan ninguna innovación ni nada que no hayamos visto ya, pero su colorway (bautizado como “Tropical Peach / Vanilla Ice”) es de los que justifican una compra.

Si hablamos de marcas de rendimiento, tenemos que hacerlo también de una de las marcas que podríamos considerar hijas de Salomon (sus creadores son ex de esta firma): Hoka One One. La marca, norteamericana aunque de origen francés, ha logrado hacerse un nombre propio en el mundo del running en apenas una década de historia. En 2020 ha lanzado las Hoka One One Clifton Edge: unas zapatillas muy técnicas pero, a la vez, tremendamente visuales. Su sistema de pisada le otorga una estética musculada a la par que angulosa en la zona del talón: lo que la convierte en una rareza a nivel de imagen y estética. En España no es muy conocida, pero entre los corredores profesionales es una enseña respetada y, en Estados Unidos, tiene su hueco en el mundo sneaker.

Otra de las tendencias que ha marcado 2020 sí que bebe directamente de la situación que nos ha tocado vivir. No es otra cosa que el auge del calzado comfy por excelencia: la sandalia. Una sneaker que hace tiempo que dejó atrás el concepto universal de chancla para establecerse como una opción cada vez más prémium.

En este contexto, Reebok ha marcado uno de los lanzamientos más llamativos del año con una sneaker que no es tal. Hablamos de las Reebok Beatnik, una sandalia que debutó en el mercado en 1994 pero que apenas tuvo repercusión fuera de Japón (país que podemos considerar la meca de la estilización de la sandalia). La llegada de Leo Gamboa a Reebok, actual Global Product Manager de la marca, supuso el empuje del catálogo histórico de la firma y de colaboraciones con players nicho de streetwear. De estas dos líneas de trabajo surgieron reediciones de esta silueta en 2018 y 2019, aunque no fue hasta 2020 cuando las Beatnik se lanzaron al mercado de manera masiva. Con un upper de pana, una construcción robusta pero cómoda en el pie y sencillas de calzar, las Reebok Beatnik son una de las zapatillas del año. Punto.

Otro de los must pertenece a una marca inesperada: Birkenstock y sus Birkenstock x Stüssy Boston. Debutando a finales de agosto, este zueco invadió Instagram gracias a su combinación de confort, materiales nobles como el ante y un aire neohippie muy en línea con los tiempos en los que vivimos. Claro que, seguramente, y sin ánimo de restarle méritos, este hito no habría sido posible sin el camino abierto por Crocs.

Considerado el zapato por excelencia para las profesiones en las que se pasan muchas horas de pie, Crocs atravesó el camino que lleva de ser un calzado funcional a ser un icono estético. Gracias en parte al uso irónico y, por otro lado, a la adopción por parte del mundo de la moda, llegamos al punto en que Crocs ha sido uno de los nombres propios de 2020, protagonizando colaboraciones con Bad Bunny y Post Malone.

El de las zapatillas ha sido, al menos tradicionalmente, considerado como un mundo principalmente masculino (por lo menos en lo relativo a datos puramente cuantitativos y de presencia de cara al público). Sin embargo, los cambios que estamos viviendo en la sociedad se están reflejando también en la industria del calzado, haciendo que cada vez el talento femenino tenga más y más peso y visibilidad. Un desarrollo que lleva parejo el que el segmento femenino sea una de las cuotas de mercado que afronta 2021 con más optimismo, con el resto de categorías sufriendo las consecuencias motivadas por la pandemia de la COVID-19.

Así, 2020 nos ha traído lanzamientos y noticias que dejan un gran sabor de boca. Por ejemplo, la colaboración entre Cardi B y Reebok, en forma de una colección cápsula en la que la artista ha creado su propia interpretación de una silueta clásica de Reebok: las Club C. Por otra parte, Beyoncé ha vuelto a firmar una colección junto a adidas bajo la enseña Ivy Park, con toda una combinación de prendas que surgen bajo la filosofía de la inclusividad al optar por un nuevo estándar en lo relativo al tallaje.

2020 ha tenido otro nombre propio: Fenty. La fashion house fundada y liderada por Rihanna, bajo el paraguas del grupo LVMH, ha vivido un año repleto de éxitos: quizá el más notorio el desfile de presentación de su línea Savage x Fenty. Además, los trabajos firmados por Amina Muaddi para la marca han logrado el reconocimiento de ‘Colaboración del año’ en los premios otorgados por Footwear News.

Como norma general, un año es tan interesante como lo son los lanzamientos de siluetas inéditas. La industria del footwear, instalada en la comodidad marcada por recuperar retros y generar ruido con colaboraciones, avanza tan rápido como lo hacen sus innovaciones en forma de novedades. Afortunadamente, en un año tan complejo como el vivido, hemos tenido la suerte de descubrir estrenos de zapatillas que nos dejan esperanzas.

Entre el carrusel de novedades, podemos y debemos citar las New Balance 327. Una zapatilla que bebe de la herencia de modelos como las Nike Roshe. Es decir, lanzar una zapa universal, versátil, accesible en cuanto a precio y que ofrece múltiples posibilidades en cuanto a combinaciones de colores. La marca norteamericana decidió apostar por un modelo de promoción basado en colaboraciones (con Casablanca, con size?, con Levi's...) y limitar el acceso mediante unidades limitadas para, con el paso de los meses, bombardear al consumidor. En cualquier caso, imprescindible.

Como imprescindibles y muy logradas son también las Reebok Classic Leather Legacy, que pudimos ver nacer este 2020. Aunque basadas en clásicos de su catálogo (una constante hoy en día), el resultado final es una zapatilla cómoda, ligera, pensada para el día a día pero inspirada en el running y muy llamativa. Todo ello por un precio inferior a los cien euros.

¿Pero qué significa “innovación” en el mundo de las zapatillas? Lanzamientos como algunos de los más sonados protagonizados por adidas o Nike nos lo demuestran. La democratización de métodos de producción como la impresión 3-D o el avance total de tejidos como el knit (que permiten reducir el impacto medioambiental en la fabricación) son algunas de las líneas maestras que veremos en el futuro. En esta línea podemos citar modelos como las adidas x90004d, las Nike Space Hippie o las Air Jordan XI Adapt, con sistema de autolazado.

Si algo ha representado 2020 es la solidificación de la intersección entre sneakers y lujo. Otrora un mundo reservado a adolescentes y jóvenes y a usos de batalla, actualmente las zapatillas son consideradas un elemento más de la high fashion. Esta tendencia se ha manifestado en dos direcciones: marcas de lujo desarrollando siluetas dignas de mención en un top de lo mejor del año; y enseñas deportivas colaborando con diseñadores y firmas de costura, que acaban dando lugar a modelos con un precio de mercado de cuatro cifras.

En lo relativo a la primera, 2020 nos ha dejado ejemplos como las Balenciaga Tyrex, una zapa que va dejando atrás el feísmo imperante en la casa de lujo (en lo relativo a calzado) para avanzar hacia inspiraciones más de tipo running o baloncesto; o las Pyer Moss Sculpt, en lo que supone el primer calzado firmado por el proyecto de Kerby Jean-Raymond (que, por otra parte, contaba con una gran experiencia colaborando con Reebok en el pasado).

Respecto a lo segundo, podemos citar colaboraciones como las adidas Superstar x Prada, basadas especialmente en la aplicación de métodos de la alta costura a una silueta clásica; las Nike Jordan 1 x Dior, que surgen del concepto del hype y el lujo maximalista; o las Reebok x Maison Margiela, que también, partiendo de los principios de la sastrería, llevan la silueta de base sobre la que colaboran al límite.

Hacer un repaso a todo lo que sucede en un año en el mundo del coleccionismo de sneakers no es sencillo. Con una media de cinco lanzamientos diarios, la cantidad y opciones existentes están, casi literalmente, al alcance de todos (no así, lamentablemente, de los bolsillos). Por supuesto que nos hemos dejado cosas fuera que merecen ser nombradas: las colaboraciones de JJJJound con New Balance o Reebok, el fichaje de Neymar Jr. por PUMA y la consiguiente vuelta de las Suede, las The Roger Centre Court de ON desarrolladas junto al icónico tenista suizo… Pero si algo nos ha enseñado también 2020, es que no lo podemos tener todo. ∎