Morrissey y su eslogan contra la carne.
Morrissey y su eslogan contra la carne.

Gastronomía

Carne de estrella

Meat is murder, cantaba Morrissey. Y Moby no dudaría en darle la razón. Ellos son, seguramente, los dos astros musicales que portan su veganismo con más vehemencia. Pero no son, ni mucho menos, los únicos. Y la relación que Paul McCartney o Chrissie Hynde mantienen con su dieta puede resultar reveladora de su perfil artístico.

09. 04. 2021

El gancho está ahí: hace escasos días, Moby soltaba una perlita en Twitter: “en un mundo vegano, no existirían las pandemias. El 100% son zoonóticas en su origen”. No faltó ni un minuto para que salieran varios científicos a explicarle que, de hecho, no, no todas las pandemias tienen su origen en comer carne, y que la transmisión de una enfermedad entre animales y personas no implica necesariamente que nadie se coma a nadie. El flame dio paso a la polémica de siempre: que si los veganos son sentenciosos, que si los omnívoros no salen de los estereotipos respecto a ellos, etc. Lo cierto es que la intersección entre animalismo y pop (o rock) probablemente haya sido motivo de más de una conversión al veganismo, pero también más de un divorcio emocional respecto a ciertos músicos.

Un breve repaso por los comeflores –dicho sea el apelativo con el máximo cariño– de la música tiene que comenzar necesariamente por Paul McCartney, quien lleva sin comer animales desde mediados de los setenta. Circulan varias versiones sobre como tito Paul tuvo una epifanía que lo llevó a hacerse vegetariano. Una historia reza que estaba pescando cuando los estertores de un pescado moribundo le quitaron las ganas de comérselo. Otra, que estaban en familia con Linda y sus hijos, a punto de hincarle el diente a una pierna de cordero, cuando por el prado de enfrente de su casa pasó una ovejita y el plato del día terminó en la basura. Lo que no se suele contar tanto sobre esta historia es que, probablemente, no se tratara tanto de la caída del caballo que cuenta la leyenda como de una evolución personal. Ya en 1968, en la famosa estancia en el ashram de Rishikesh, los Beatles se habían alimentado con una dieta vegetariana. Y George Harrison, siempre George Harrison, dejó de comer carne partir de entonces. Ringo Starr también se pasó a las verduras: esta dinámica de grupos que se “vegetarianizan” en pleno, o casi, es relativamente frecuente. Vegetas o veganos eran varios miembros los Thompson Twins, de los Kinks y, por supuesto, de los Smiths. El compromiso de Sir Paul con el vegetarianismo militante, y más aún el de su mujer Linda –fallecida en 1995– los llevó a convertirse quizá en la cara más popular del movimiento, y a crear la primera gran empresa en vender sucedáneos vegetales de carne y platos vegetarianos, aún en funcionamiento.

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