Lo que ocurre es que el propio Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial no se ha mostrado demasiado contento con el hecho de que un
tiktoker haya usado su belén para chotearse en redes. Porque, como dice la alcaldesa Carlota López Esteban
en esta noticia, esta obra es fruto de
“el trabajo de los voluntarios y del personal municipal que hacen posible ‘el milagro’ cada año, luchando con el tiempo, el climático y el del reloj, para llegar a tiempo y permitir que los visitantes y los vecinos disfrutemos del Belén Monumental”. Podría parecer comprensible, entonces, que los habitantes consideren
“una falta de respeto al trabajo altruista de los vecinos y voluntarios la mofa que se ha hecho del Belén en redes sociales y televisión”. Pero, sinceramente, eso es perder de vista que, en este caso, como en el del Ecce Homo, por poner un ejemplo ya mencionado, la risa no es una burla, sino una forma de elevar el Belén al firmamento kitsch en el que merece estar.