¿Recuerdas que, el pasado 11 de julio, en esta misma sección le dábamos la bienvenida al #bratsummer preparándonos para unos meses en los que las redes sociales estaban destinadas a teñirse del verde parrandero de la portada del nuevo disco de Charli XCX? Pues, tal y como habrás comprobado, al final tuvimos un verano mocoso por encima de nuestras posibilidades… Aunque, de forma realmente sorprendente, también nos ha tocado admitir que este tipo de trends cada vez se queman más rápido y que el #bratsummer tan solo duró un mes y medio antes de que todo el mundo se pusiera en plan “very demure, very mindful, very cutesey”.

Estaba cantado: a una tendencia de despiporre tan erótico-festiva como el estío de Charli XCX solo podía seguirle un movimiento pendular hacia el rollo recatado que se impone cuando tienes que volver a la oficia y no puedes aparecer hecho un gremlin recién salido de un after en un polígono de los Pirineos. De esto va el “very demure” que se ha impuesto en redes sociales después de que la cómica Joolie Annie se convirtiera en puro viral con este TikTok sobre cómo lucir recatada en el trabajo… y con todos los que vinieron después en los que sigue exprimiendo el hallazgo. Que, oye, por una vez no puede parecerme mejor que este tipo de viralizaciones sirvan para que, por ejemplo, esta cómica latina pueda costearse su proceso de transición. Así, sabiendo que tiene un buen impacto en el mundo real, da gusto sumarse a cualquier fiebre virtual.

Pero a lo que vamos, que no es otra cosa que el hecho de que lo “very demure” se ha llevado por delante al #bratsummer por mucho que hay a quien le recuerda a otro meme clásico. En Twitter / X, la gente está usando este trend para describir tanto la elegancia de Rosalía como del rey de la selva. Aunque sabes que la cosa se está saliendo de madre cuando la gente empieza a mezclar churras con merinas (o, lo que es lo mismo, demure con coquette) o cuando alguien decide bautizar a su hijo como Donjulio Demure Amore. También cuando los tuiteros se apropian del viral para devolvérselo a su autora. Pero, sobre todo, cuando la mismísima Casa Blanca se pone “very mindful, very demure” con Joe Biden sonriendo en el Despacho Oval.