This is not a festival. Parece una contradicción, pero el lema que desde hace algunos años ha adoptado el Vida Festival es una expresión inmejorable de todo aquello que pretende ser el evento musical que se celebra desde hace una década en Vilanova i la Geltrú: no un contenedor masificado, sino un paraíso terrenal donde los sonidos florecen en el acogedor entorno natural de la Masia d’en Cabanyes. Esta es la filosofía que el certamen dirigido por Dani Poveda esgrime desde 2014, cuando debutó recogiendo el testigo de una cita de culto como fue el Faraday y trayendo a la capital del Garraf a Lana Del Rey y Yo La Tengo, y que lo ha convertido en uno de los festivales boutique de referencia en Europa, alérgico a las aglomeraciones y cuidado hasta el más mínimo detalle para garantizar una experiencia inolvidable al público.
Porque, además de un line-up anual que reúne lo más destacado del panorama independiente internacional y estatal, el Vida Festival tiene un cabeza de cartel secreto en su misma ubicación. Un espacio apartado del núcleo urbano de la ciudad catalana (pero perfectamente comunicado con el mismo: red de autobuses-lanzadera), con una explanada diáfana donde se integran los escenarios principales –Estrella Damm y La Masia– y un bosque en cuyos claros se levantan los escenarios de pequeño formato: La Cabana, La Cova, el carismático El Vaixell (una pequeña barquita de pescador donde ha actuado la mismísima Rosalía) y Vida Club. Además, el recinto de la Masia d’en Cabanyes, encantador de por sí, es transformado en cada nueva edición en un auténtico locus amoenus indie mediante una decoración basada en la madera y las materias orgánicas y diseño lumínico que, cuando cae la noche, tiñe de hermosas tonalidades rojizas, azules o violetas las copas de los árboles. Una localización sorprendente y encantadora que reserva siempre un espacio de juegos para los más pequeños, que además de disfrutar de los conciertos pueden realizar talleres y todo tipo de actividades.
De este modo, el Vida Festival se reivindica como espacio accesible para todo tipo de público, también el familiar, permitiendo adaptar la experiencia a los deseos y necesidades de cada visitante: quienes deseen pasar el fin de semana a la vera del festival tienen la opción de alojarse en un camping próximo al recinto, pero también existe la opción de volver en tren a Barcelona (servicio nocturno especial que Renfe ofrece en colaboración con el certamen). Y quienes busquen un plus de confort, pueden optar por el pase Wild Side, que da acceso a un reservado con barras exclusivas y vistas al escenario principal.
En sus diez años de existencia, el Vida Festival ha apostado por crecer cualitativamente. Esto es: manteniendo el pulso constante de la escena musical, apostando por ofrecer actuaciones de grandes nombres, siempre en condiciones excepcionales e inmejorables, y atento a las propuestas más innovadoras que garantizan la renovación generacional. Además, el compromiso del evento con el tejido musical lo ha llevado a organizar ciclos de conciertos, abrir su propio sello discográfico –Vida Records, que ha publicado trabajos de artistas como Clara Peya, BOYE, Socunbohemio o Sam Berridge– e incluso impulsar Vida For Musicians, un espacio de creación para que artistas procedentes de distintas sensibilidades y disciplinas puedan dialogar y establecer sinergias.
A las puertas de la edición de 2024, que se celebrará del 4 al 6 de julio, repasamos algunos de los conciertos más memorables vividos en el Vida Festival… y anticipamos los highlights que deparará su décimo aniversario.