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Revisión

Bee Gees: bestia pop de tres cabezas y mil tentáculos

El estreno el pasado diciembre de “Bee Gees. How Can You Mend A Broken Heart”, ambicioso documental de Frank Marshall sobre los hermanos Gibb, invita a repasar una trayectoria sin apenas parangón en la música popular moderna. El caso de Bee Gees nos enseña cómo sobrevivir durante décadas a la evolución de gustos y tendencias. Solo hay un verdadero secreto: el genio compositivo; hacer canciones innegables.

24. 02. 2021

En una larga entrevista en ‘Billboard’ de marzo de 2001, celebración de los 35 años del grupo, Barry Gibb definía a Bee Gees como “tres hermanos conocidos por componer canciones; eso es lo que hacemos”. Y añadía: “No somos un grupo pop que pasa de moda y vuelve a resurgir; somos un equipo de composición”.

A lo largo de, finalmente, más de medio siglo de carrera, Barry y los mellizos Maurice y Robin se resistieron a pasar de moda. A veces siguieron y sublimaron tendencias (el pop orquestal beatleiano, el R&B estadounidense). Y en los 70, impulsaron como nadie una de ellas, la música disco. ¿El elemento aglutinador? Sobre todo en los 60, su preferencia por las orquestaciones lo más ricas posibles. Pero por encima de todo reinó siempre la melodía vocal. Con esas melodías no podían modas, tiempos ni envidias.

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