Entrevista

Cigarettes After Sex, al caer la noche

La fama se les escurría hasta que un improbable hit dream pop se viralizó en YouTube y los convirtió en la banda del momento. Los neoyorquinos de adopción, aunque texanos de origen, han editado un disco de debut que confirma esas sensaciones que los ubicaban como herederos de Mazzy Star, Red House Painters o Beach House. Departimos con Greg Gonzalez –el hombre que prefiere el blanco y negro al color– un día después de su actuación en el Apolo dentro de la programación del Primavera Sound 2017, su debut en España.

Por Álvaro García Montoliu

Rockdelux 363

(Julio-Agosto 2017)

Cuando Greg Gonzalez subió a YouTube un nuevo single, “Affection”, en octubre de 2015, Cigarettes After Sex ya llevaba años en funcionamiento. Por alguno de esos fenómenos extraños que solo ocurren en internet, una melosa y taciturna canción a medio camino entre el dream pop y el slowcore empezó a acumular visitas millonarias. “Sigo sin explicarme cómo se volvió viral en una suerte de boca a boca masivo. Sentí como si ese lanzamiento legitimase de algún modo a la banda. Después de tanto tiempo, todo el mundo nos escuchaba”, recuerda el texano. A vueltas con esta idea, insiste que dicha plataforma “fue básicamente nuestro sello discográfico”. Pese a que el público le dio la espalda en sus comienzos, siempre confió en una música que sabía “de corazón” que era lo suficientemente buena para no arrojar la toalla. “Siempre he tocado y tocaré música, es una actitud compulsiva que tengo. Si dejase de hacerlo, ya no sería yo mismo”. En esa primera época en el proyecto solo estaba Gonzalez. “A partir del EP ya llamé a algunos músicos. Pero era algo muy espontáneo: la gente venía y se iba sin problemas, del mismo modo que Miles Davis tenía distintas formaciones o Bob Dylan trabaja con músicos de sesión. Con esa canción empecé a vernos como una banda de verdad”.

Aunque parezca mentira, y para creerlo toca hacer una intensiva sesión de arqueología online, antes de que el grupo se dejase fascinar por Mazzy Star, Red House Painters o Julee Cruise, lo suyo era el pop de los ochenta. “La gente siempre se sorprende cuando le digo que empecé muy influenciado por los primeros singles de Madonna, Erasure y Pet Shop Boys. De ahí pasé a The Smiths y The Jesus And Mary Chain hasta llegar a la encarnación actual”. Sorprendente o no, no es para nada alérgico a etiquetas como el dream pop. “Es un término ajustado. De crío iba a Music.com, clicaba en la sección de shoegazing y me ayudaba a encontrar bandas como Spiritualized o My Bloody Valentine. Una etiqueta te da una especie de hoja de ruta hacia grupos que suenan de forma similar. Y el dream pop tiene artistas que amo, como los Cocteau Twins, por lo que me encanta formar parte de este club”.

“Cuando ves algo en blanco y negro tienes otra mentalidad. Me llama la atención que pueda ser austero y poderoso a la vez”. Foto: Óscar García

A principios de junio, culminaron esta primera etapa con la publicación de su esperado álbum de debut, “Cigarettes After Sex” (Partisan-[PIAS] Iberia & Latin America, 2017), una colección de canciones de amor altamente sensuales e ideales para la escucha nocturna. “Me gusta pensar en mi música como el sonido de la medianoche. Por lo tranquila y suave que es, tiene unas cualidades muy nocturnas y ensoñadoras. Siempre me he sentido más cómodo de noche. De hecho, es cuando suelo componer. Las cosas están más calmadas, estoy en un estado de duermevela que me encanta y me rondan por la cabeza todos los pensamientos del día”. También le encanta grabar los temas en sitios tan insólitos como la escalera de un cine, donde se gestó “Each Time You Fall In Love”, después de hacer lo propio en la de su universidad para “Nothing’s Gonna Hurt You Baby” –canción para la serie de televisión “El cuento de la criada”–. “Tenía las llaves de la sala porque trabajaba ahí en ese momento. Decidimos colarnos de noche. Siempre me ha gustado la acústica que aportan las escaleras, y también la extrañeza de grabar algo en ellas”. Para los próximos meses, hay que esperar un tema que hicieron en una iglesia en Bochum (Alemania) y un nuevo trabajo que iban a grabar en una casa de Mallorca días después de que tuviese lugar esta entrevista el 31 de mayo en un hotel barcelonés.

Otra de las cualidades de este álbum es una recuperación de la pasión por unos solos de guitarra que últimamente parecen haber quedado obsoletos. “Crecí escuchando a Metallica y The Doors, así que aprendí a amarlos. Está en mi sangre. Cuando me pongo ‘Beat It’ de Michael Jackson aguardo impaciente el solo. Sí es cierto que en los últimos años no se oyen tanto en el ‘mainstream’”, concede. “Será que no encajan con las corrientes actuales. La música de ahora comparte unas mismas texturas, unas mismas instrumentaciones… Es todo más electrónico. M83 o St. Vincent serían de los pocos que hacen un buen uso de los solos de guitarra: el primero con un enfoque más deliberadamente hortera, y la segunda con otro más innovador”.

“La gente siempre se sorprende cuando le digo que empecé muy influenciado por los primeros singles de Madonna, Erasure y Pet Shop Boys. De ahí pasé a The Smiths y The Jesus And Mary Chain hasta llegar a la encarnación actual”

Greg Gonzalez

La fotografía de esta página –la sesión, de hecho– se tomó en blanco y negro por expreso deseo de Gonzalez, quien confiesa estar obsesionado con el formato. “Es más romántico, tiene algo especial. Es más ensoñador porque la realidad es en color. Cuando ves algo en blanco y negro tienes otra mentalidad. Me llama la atención que pueda ser austero y poderoso a la vez”. Una filia que le viene de su pasión por el cine de Eric Rohmer, Ingmar Bergman y Michelangelo Antonioni. “‘La aventura’ (Michelangelo Antonioni, 1960) tiene todo lo que la banda quiere capturar. Es una película extraña y misteriosa porque no se resuelve. También cuenta un romance bellísimo y tiene una fotografía imponente. Quiero que mi música posea emociones pasionales como las suyas”. ∎

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