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La semana vista por…

Lunes, 18 de julio

Por Diego Rubio

18. 07. 2022

Cruzamos el ecuador del mes de julio con los termómetros desbordando, lo cual no impide que la abundante oferta festivalera siga desplegándose por cada rincón del país. También hay excepciones, con cancelaciones de última hora, mientras seguimos recibiendo novedades que merece la pena reseñar. Todo ello en el fin de semana en que perdimos a Malcolm Scarpa y también a Paul Ryder (Happy Mondays).

Malcolm Scarpa, qué gran pérdida.
Malcolm Scarpa, qué gran pérdida.

Que el mundo arda ante una ola de calor histórica no aplaca las ansias por recuperar el tiempo perdido tras dos años de pandemia: hay ganas de verano, se siente. Tantas que hasta se está poniendo peligrosamente de moda reivindicar el estío de 2011, ese irónico Verano del Amor para la generación del milenio. “We found love in a hopeless place”, que diría Rihanna. Hay ganas de festivales y así lo confirman llenazos inesperados como el del renovado FIB. Ni el finde más caluroso de los últimos años –en el que hemos perdido a Malcolm Scarpa y Paul Ryder– ha frenado explosiones festivas como Dreambeach o Tomorrowland ni propuestas más contemplativas como las del barcelonés Grec o el Festival de Jazz de Vitoria. Abanico y que nos quiten lo bailao.

Ahora resulta que, si no tienes ganas ni de levantarte mientras allá afuera –al otro lado de los muros de aire acondicionado y lejos del ventilador, en plena crisis energética– amenaza un abrasador infierno de 40º o más, estás sufriendo “estrés térmico”. Es una buena excusa para justificar el bajón de productividad ante unas inminentes y merecidas vacaciones. Pero también es un problema bastante serio que está dejando imágenes bizarras como la de los británicos invadiendo una playa fuera de Mallorca, récords históricos de temperatura como el de Portugal y una cantidad preocupante de fallecidos por golpe de calor, alguno de ellos mientras curraba. También las condiciones perfectas para que proliferen los incendios, que vuelven a convertirse en una de las grandes amenazas medioambientales.

Quizá es buen momento para empezar a acostumbrarse a que los próximos veranos sean igual: un reflejo de la caída libre de la humanidad hacia el infierno. Y ni siquiera así se nos quitan las ganas de bailar, eso por descontado. Lo demuestran las decenas de miles de personas que han abarrotado el FIB este fin de semana, por ejemplo. El festival de Benicàssim pasaba el siempre difícil test del “renacimiento” en manos de la promotora The Music Republic con un cambio de paradigma basado en la nostalgia indie de los últimos dosmiles, un mayor enfoque hacia el público español y unos precios populares. Y aunque la actualidad y originalidad del cartel sean muy cuestionables –especialmente en su vertiente internacional–, que hayan agotado entradas y conciertos como el de Carolina Durante les dan la razón.

Carolina Durante: “Famoso en tres calles”.
También ha superado sus previsiones el almeriense Dreambeach, ya totalmente asentado en la playa de Palomares como uno de los grandes festivales españoles de electrónica. Han sido 110.000 personas marcando zapatilla con primeros espadas del techno como I Hate Models, Amelie Lens, Nina Kraviz, Richie Hawtin o Fatima Hajji en una fiesta a la que también estaban invitadas propuestas masivas como la de Boris Brejcha o figuras urbanas como Bizarrap o Eladio Carrión. Pero quizá lo más especial fue ver a Shaquille O’Neal poniéndose a los platos con su alter ego DJ Diesel ante más de 20.000 almas.

Nina Kraviz: “Skyscrapers”.
Tomorrowland, papá espiritual de Dreambeach, también ha puesto en marcha su edición más ambiciosa hasta la fecha –más de 700 artistas y una programación dividida en tres findes que se extiende hasta finales de julio– el pasado viernes. El festival belga siempre tiene mucho donde rascar –más allá de su corazón entre progresivo, EDM y big room– y ya ha dejado sesiones espectaculares, como la presentación de “HOLO”, el ultrashow holográfico de Eric Prydz, o el estreno de un artista español en sus cabinas con B Jones, nombre artístico de la jienense Beatriz Martínez.

Eric Prydz: “NOPUS”.
Los que hayan estado en alguno de estos eventos vendrán con muchas cosas que contar. No tuvieron la misma suerte los fans de Daddy Yankee que se quedaron sin verle en su gira de despedida por la cancelación sobre la bocina del festival Madrid Puro Reggaeton, en el que iba a actuar junto a Bad Gyal, Morad u Omar Montes, entre otros. La movida –casi 40.000 entradas vendidas sin permisos concedidos, un cambio de recinto de última hora con plan de seguridad sin adaptar y mucha gente de toda España colgada en la capital– ha provocado que el Ayuntamiento de Madrid anuncie para septiembre la creación de una “Mesa de festivales”. También canceló a pocos días de su celebración el festival Diversity, que iba a reunir en Valencia a Karol G, Christina Aguilera, Måneskin, Iggy Pop o Koffe. ¿Burbuja 3.0?

Daddy Yankee: “Gasolina”.
Será el calor, porque Jane Birkin tuvo que cancelar el concierto programado para ayer en Madrid por indisposición de uno de sus músicos. Con suerte estará mañana martes, 19 de julio, en Barcelona, en el marco del Grec. El festival de verano de la Ciudad Condal –que se celebra de forma prácticamente ininterrumpida desde 1976 ofreciendo música, teatro, danza, circo y cine– continúa su excelente programación. Este año en su cartel leemos propuestas tan interesantes como “Safo”, adaptación musical de los poemas de la de Lesbos a cargo de Christina Rosenvinge con dirección escénica de Marta Pazos y dramaturgia de María Folguera; el estreno de “Loop”, nuevo espectáculo de Aracaladanza que, con su último show, “Play”, acaparó varios Premios Max en 2020; o el concierto a dúo entre el polifacético pianista de jazz y flamenco Marco Mezquida y el cantante y también pianista portugués Salvador Sobral, insólito ganador de Eurovisión que ha conducido su carrera a través de la exploración del jazz y las músicas latinas. Este fin de semana se ha podido disfrutar de la presentación en directo del álbum “Tercer cielo” (2022) de la cantaora Rocío Márquez y el productor Bronquio, un preciso artefacto de tradición y vanguardia que impresionó en directo por su desarrollo musical y por su escenografía escueta pero sugerente. También de la puesta de largo del venerable retorno discográfico de Els Pets y de una noche especial dedicada a los nuevos valores del fado con las actuaciones de Cuca Roseta y Camané y Mario Laginha, demostrando la vigencia atemporal del melancólico género portugués.

Rocío Márquez y Bronquio: “De mí”.
Otro ciclo con solera de clásico, el Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz, ha confirmado su apuesta por la vanguardia y las nuevas formas de jazz en su 45ª edición, que se celebró durante la semana pasada y concluyó ayer mismo. Todas ellas surgen de un diálogo directo y constante con el hip-hop, y así se manifestó en conciertos como los de Snarky Puppy, Robert Glasper, Kassa Overall, Theon Cross –conocido sobre todo por su trabajo en Sons Of Kemet– o el Jazz Magnetism de Kase.O.

Theon Cross: “We Go Again”.
En el apartado de novedades discográficas –calentitas, acordes a las temperaturas– destacamos “Nómada”, el nuevo tema de la rapera de Sabadell Santa Salut en colaboración con la colombiana Lee Eye. También “Miénteme otra vez”, tercer adelanto del nuevo trabajo de los lisérgicos Will Spector y Los Fatus; y la road movie de ida y vuelta entre la ranchera y el góspel “Coquimbo, Mazatlán”, colaboración entre el cantautor chileno Gepe y el mexicano El David Aguilar.

Gepe y El David Aguilar: “Coquimbo, Mazatlán”.
Por otro lado, Sony ha anunciado la publicación para septiembre de “Gipsy Power. La banda sonora del cine quinqui”, compilación supervisada por David “El Indio” –batería de Vetusta Morla– con con textos del periodista José Manuel Gómez “Gufi”, que celebra la música que acompañó a este movimiento cinematográfico tan reivindicado en la actualidad. Incluirá canciones de Los Chichos, Las Grecas, Los Chunguitos, El Coleta, C. Tangana, Rosalía o Derby Motoreta’s Burrito Kachimba.

“Me quedo contigo” de Los Chunguitos en la película “Deprisa, deprisa”.
Por supuesto no nos olvidamos de Malcolm Scarpa. El músico madrileño, compositor genial, originalísimo visionario de la canción pop de autor, libertino creador de culto, ácido y mordaz relator de costumbres, guitarrista de metro, escritor y autor de discos inolvidables como “My Devotion” (1994), “The Road Of Life ALone” (1995), la banda sonora de “Mamá es boba” (Santiago Lorenzo, 1997) o –al frente de The Jacquelines– “Jaimita… Songs Of Tragedy And Grotesque” (2000), falleció ayer a los 62 años. Mañana le dedicaremos un artículo. También ha fallecido este fin de semana a la temprana edad de 58 años Paul Ryder, bajista de uno de los esenciales para el sonido Madchester, Happy Mondays.

Malcolm Scarpa: “Tears Of Joy”.
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