El pasado sábado fue un día de los que quedan en el recuerdo de una ciudad. Granada se preparaba para una celebración que iba más allá de la mera coincidencia con la efeméride de la patrona de la ciudad, a quien curiosamente Los Planetas cantaron en “La que vive en la carrera” de “La leyenda del espacio” (2007). Se respiraba un ambiente festivo desde primera hora del día. Mucha gente paseando con camisetas del “Pop” (1996) o “Una semana en el motor de un autobús” (1998) hacía presagiar que el coso viviría un día grande.
Alcalá Norte saltaron al escenario con un pequeño retraso sobre el horario previsto. A los de Ciudad Lineal se les notaban las ganas de este concierto y pisaron el acelerador desde el primer segundo: “Menos hablar y más tocar”, sentenció Barbosa, el batería del grupo madrileño. Lástima que el sonido no los acompañara hasta la segunda parte del set –de apenas 30 minutos de duración–, en el que disfrutamos de “Superman”, “La calle Elfo” y, por supuesto, “La vida cañón”, que cerró la actuación entre aplausos. Depresión Sonora tuvieron más suerte en el apartado técnico, lo que los condujo a un directo de calidad con su habitual registro post-punk, en el que Marcos Crespo sintetizó perfectamente la esencia del sonido y mensaje que transmiten con una buena selección de temas: “Como todo el mundo”, “Gasolina y mechero”, “Fumando en mi funeral”… A pesar de ello, parecía que buena parte del público presente no llegaba a conectar con la propuesta. De ahí que el propio grupo, a través de su frontman, se deshiciera en elogios hacia Los Planetas por la invitación y aprovechara para soñar –en voz alta– con “ser el relevo de toda aquella generación de los noventa” para, seguidamente, encontrarse con unos sinceros aplausos del respetable, al que sí sorprendieron con una versión de “Qué puedo hacer” que la plaza terminó coreado al unísono.
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