La rueda gigante del Primavera Sound no cesa. Tampoco para los que ya llevamos unas cuantas jornadas montados en ella. Ni siquiera resulta fácil seguir el ritmo para los que se subieron ayer por primera vez. La primera jornada del segundo fin de semana presentó una entrada multitudinaria, acorde a los lujosos reclamos de la programación y a una segunda línea que fragmentó al público con propuestas no tan mayoritarias. He aquí el repaso a una pequeña parte del sabroso menú servido ayer.
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