Por Félix Suárez→
23. 02. 2021
o han querido esperar hasta los 30 años ni a la posibilidad de poner un redondo 2:22:22 en el vídeo de despedida, fragmento jodorowskiano de su mediometraje “Electroma” (2006), precedido por un título (“Epilogue”) y una fecha a la americana (“2:22:21”), y finalizado con un épico fragmento de “Touch” (“hold on, if love is the answer you’re home”). Daft Punk se despiden sin dar explicaciones, tal cual ha transcurrido gran parte de su carrera. Se despiden hoy (ayer) como lo podían haber hecho hace tres años o dentro de cinco, dados los largos períodos de silencio a que nos tenían acostumbrados. Se despiden dejando una inmaculada trayectoria, ejemplo de independencia y libertad creativas. Cuatro álbumes, dos directos, la banda sonora de “TRON. Legacy” (2010), colaboraciones más recientes con Kanye West, The Weeknd o Jay-Z, apariciones en vídeojuegos (DJ Hero), clips dirigidos por Spike Jonze, Michael Gondry, el japonés Kazuhisha Takenouchi. Siempre sabiendo jugar con el misterio, la mitomanía hacia y desde, la excitación del descubrimiento, la ausencia de ego, la conservación de cierta inocencia, la aparente facilidad para alcanzar metas que para otros que ponían todo el empeño resultaban esquivas, tal como apuntaba con bastante gracia Mia Hansen-Løve en su película “Eden. Lost In Music” (2014).
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