Stella Chronopoulou, más conocida por su nombre artístico Σtella, con la sigma mayúscula del alfabeto griego, es una de las más destacadas cantautoras de la escena griega actual. Nació y creció en Atenas, donde terminó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes (es también una importante artista plástica, como pintora) y comenzó paralelamente a escribir música. Desde 2010 ha formado parte, de un modo u otro, de bandas griegas como My Wet Calvin, Expert Medicine y Fever Kids, antes de debutar en solitario con un EP titulado “Keep Me Naked” (2012) en su página de SoundCloud y, posteriormente, un single, “Holding Grass”, en enero de 2014, su primer trabajo publicado por un sello discográfico, el griego Inner Ear. Las buenas críticas hicieron que su carrera creciera, primero con un par de álbumes en el mismo sello –“Σtella”, en 2015, y “Works For You”, en 2017–, circunscritos ambos al ámbito heleno. Para el tercero, “The Break” (2020), ya fue contratada por el sello canadiense Arbutus Records, que lo distribuyó internacionalmente, y ahora acaba de dar un paso adelante seguramente definitivo, al fichar por Sub Pop, el sello de Seattle que descubrió a Nirvana y Soundgarden, que es el que ha editado su cuarto álbum, “Up And Away”.
Lo primero es eliminar malentendidos: Σtella no tiene nada que ver con el grunge. Se inscribe mejor en el ámbito del electropop, con influencias de Goldfrapp o, incluso, anteriores: el tecno británico de principios-mediados de los ochenta. Pero hay un elemento característico que la distingue y da personalidad: el uso de instrumentos étnicos: el buzuki griego, de apariencia similar a una mandolina, aunque de mástil más largo, y el qanun de Oriente Medio, parecido a la cítara, con sonidos característicos. Lo que embellece el conjunto estriba en que el productor (el británico Tom Calvert, conocido como Redinho) utiliza esos instrumentos en ocasiones puntuales (el buzuki, interpretado por Christos Skondras, y el qanun, por Sofia Labropoulou), como una agradable y sutil escapatoria a su sonido principal, que podríamos enmarcar en el dream pop. No enmascara todo lo demás con un etnicismo de cartón piedra, ni se erige en excusa para reclamar su sitio en ninguna ola neofolk (no: Σtella no es tampoco el equivalente heleno ni a Los Hermanos Cubero ni a Baiuca). Sin embargo, “Manéros” (el único tema instrumental del álbum), “Another Nation” o “Who Cares”, las canciones más “étnicas” del disco, son piezas sobresalientes y las que abren una puerta a un horizonte mucho más despejado y personal. ∎
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