El dibujante Mauro Entrialgo (Vitoria-Gasteiz, 1965) lleva varias semanas de intensa actividad promocional. Algo nunca visto en su larga trayectoria profesional. Lo curioso es que no se debe al lanzamiento de un nuevo libro de aventuras de Herminio Bolaextra, Alter Rollo o Ángel Sefija, sino a su recién inaugurada “vocación” de ensayista.
“Malismo. La ostentación del mal como propaganda” (Capitán Swing, 2024) o, como él mismo lo define, el “mecanismo propagandístico que consiste en la ostentación pública de acciones o deseos tradicionalmente reprobables con la finalidad de conseguir un beneficio social, electoral o comercial”. ¡Vamos, lo que hacen día sí y día también Isabel Díaz Ayuso, Donald Trump o Alvise Pérez!, entre otros muchos personajes que aparecen por las páginas de este libro, escrito “en serio” pero sin que se pueda evitar una risa nerviosa al comprobar la extrema realidad de hechos o comportamientos que deberían merecer abucheos generalizados.
Pero no hemos quedado con Entrialgo para hablar de su libro, sino de la música que le ha marcado en su vida. Y aunque por edad llegó a los últimos coletazos de la movida, sus gustos musicales son eclécticos, variopintos y en algunos casos incluso casi centenarios. En la lista de reproducción de canciones que hayan marcado su vida aparecen Sun Ra, Billie Holiday, Frank Zappa, Los Brincos y Bola de Nieve junto a Blondie, Los Enemigos, Generation X, The Residents o Thin Lizzy. Un mejunje tan dadaísta como la música que él mismo compone, de tanto en tanto, en proyectos atemporales como Esteban Light o Tyrexitone.
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