Aprovechamos la reciente visita a España de Keum Suk Gendry-Kim, autora revelación de la novela gráfica surcoreana, para conversar con ella en torno a sus dos obras traducidas en nuestro país, “Hierba” y “La espera”, pero también sobre la memoria y el olvido históricos, el rol tradicional de la mujer en su país o los conflictos intergeneracionales y geopolíticos.
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eum Suk Gendry-Kim (Goheung-gun, 1971) es dibujante y traductora, formada en pintura en la Universidad de Sejong. Vivió durante casi dos décadas en París y desde hace un lustro reside en una isla al norte de su país natal. En su primera tira, “Le chant de mon père” (2012), abordó en clave cómica el éxodo rural de su familia; en su segunda obra, “Jiseul” (2015), trató la insurrección en la isla coreana Jeju en 1948, donde decenas de miles de compatriotas fueron asesinados y torturados por el ejército de su país. Ambos trabajos permanecen inéditos en España. Después llegaría la celebrada “Hierba” (2017; Reservoir Books, 2022) y una producción que explora la encarnación individual de conflictos históricos recientes, el dolor y la deshumanización que producen. También las violencias inmersas en las culturas propias, tan difíciles de percibir para muchos, son temas de “La saison des pluies” (2022) –que trata la disputa canina coreana: ¿carne o mascota?– o de “Jon” (2020), un repaso a los prejuicios hacia el autismo. Ambos títulos solo están publicados en Francia por ahora.
Keum Suk Gendry-Kim es realmente singular, parece dos décadas más joven y está casada con un francés, siendo Corea del Sur un lugar donde los emparejamientos internacionales brillan por su infrecuencia. Es mujer de pocas palabras, que piensa bastante tiempo antes de pronunciar. Poco antes de recibir el premio Antifaz al Mejor Cómic Internacional en el Salón del Cómic de Valencia por “Hierba”, la autora nos ha dedicado una hora de conversación en su apretada agenda. Al preguntarle por su estancia en territorio fallero, relata que la noche anterior presenció una mascletá. Bombardeo festivo que describe con expresión complaciente y asombrada, propia de la experiencia exótica de ver elementos autóctonos en culturas ajenas. Estamos muy lejos de haber inventado la pirotecnia; la pólvora oriunda de China fue introducida por los árabes en la península. Desde sus albores, los fines lúdicos y bélicos se fueron entrelazando siguiendo los patrones de la historia humana y dejando en evidencia lo “globales” que hemos sido siempre. Algo similar ocurre con la obra reciente de esta autora coreana: historias individuales y lejanas transmiten relatos universales y cercanos.
Aunque su última obra es “La espera” (2021; Reservoir Books, 2023), hemos comenzado hablando de “Hierba” por el premio inminente y porque recientemente se dio la noticia de la muerte de Lee Ok-sun, la protagonista de los hechos que reconstruye esta novela gráfica de memoria histórica. Al preguntarle cómo ha vivido su fallecimiento, Keum nos aclara: “Se trata de un error, sigue viva. En Corea se difundió en diversos medios también. En realidad murió una mujer con su mismo nombre, pero no era ella”. Y añade: “Veo que también ha llegado esta confusión hasta aquí. Ok-sun es muy mayor, pero por ahora no ha muerto”.
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