Los mundos extraños de María Medem. Foto: Isabel Cortés
Los mundos extraños de María Medem. Foto: Isabel Cortés

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Constelaciones permeables

Nueve autoras gráficas y experimentales –Bárbara Alca, Marta Cartu, Genie Espinosa, Ana Galvañ, Nadia Hafid, Conxita Herrero, María Medem, Miriampersand y Roberta Vázquez– iluminan la sala 3 del CCCB de Barcelona hasta el 18 de junio de 2023 en la exposición “Constelación gráfica. Jóvenes autoras de cómic de vanguardia”, comisariada por Montserrat Terrones. Una constelación de celebración pop, arte contemporáneo y retrato generacional.

18. 01. 2023

En el verano de 2016 nada me pareció más refrescante que la “Gran bola de helado” (Apa-Apa) de Conxita Herrero, su primer cómic largo. Poco más de un lustro después, un original de Conxita titulado “Museo-caca” forma parte de “Constelación gráfica. Jóvenes autoras de cómic de vanguardia”, propuesta expositiva en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) inaugurada el pasado 2 de diciembre. En el dibujo, unos espectadores miran y fotografían una imagen de unas heces debidamente enmarcadas con una distancia de seguridad perimetrada por rígidos barrotes. Las relaciones entre lo institucional y la creatividad, entre la industria y lo independiente, el mercado y lo experimental, han sido conflictivas, polémicas y, hoy más que nunca, permeables. Quizá sea una manifestación positiva de la liquidez social baumaniana. Filosofía aparte, que nueve autoras transgresoras del cómic protagonicen una exposición en un centro cultural referencial de Barcelona es síntoma del buen momento, en el que todos los ámbitos del sector parecen estar de acuerdo: la concentración actual de creatividad y talento en la producción gráfica es inaudita. Y el protagonismo femenino en este dulce momento es innegable.

"Isla Riesgo": el ácido costumbrismo milenial de Roberta Vázquez. Foto: Isabel Cortés
"Isla Riesgo": el ácido costumbrismo milenial de Roberta Vázquez. Foto: Isabel Cortés

Las artistas de esta exposición coinciden en otros puntos, entre ellos su origen en la autoedición y cierta singularidad “generacional” milenial, de ahí que el recorrido expositivo se inicie con dos salas-ámbitos –la exposición se divide en seis “ámbitos”– que nos introducen en estas coordenadas espaciotemporales. En la primera, dedicada a la edición independiente, podemos ver entrevistas a los responsables de algunos de los principales festivales (GRAF, Gutter, Tenderete), librerías (Fatbottom) y editoriales (Apa-Apa) del sector en España; pero también obras, autores y géneros de cabecera que abrieron espacios a las autoras del cómic reciente: el “Persépolis” (2000-2003; en España, 2002-2004) de Marjane Satrapi como acontecimiento, la obra pionera de la canadiense Julie Doucet, el humor alternativo para adultos de Lisa Hanawalt y Simon Hanselmann, la llegada del manga a Occidente en los noventa como cómic que consiguió atraer a lectoras femeninas. En la segunda, esterillas para yoga, valium y VOX se mezclan en “Milenial: una generación en disputa”, espacio-ámbito concebido por Eudald Espluga donde, en torno a una instalación-habitación a lo Tracey Emin llena de objetos cotidianos “generacionales”, varias proyecciones y cartelas retratan pasado reciente y presente de las artistas expuestas en esta muestra. Aspectos transversales que desbordan las barreras de la edad: neoliberalismo, exceso de formación y autoexigencia, estrés, frustración, feminismo, identidad de género.

Tras este anclaje, comienza el viaje “interestelar” con el tercer ámbito de esta exposición: “Costumbrismo milenial”, donde la acidez de Roberta Vázquez, el desencanto naif de Bárbara Alca y el torrente creativo de Conxita Herrero afrontan la precariedad laboral y emocional. Un tablero de juego a escala humana, la simulación de una aplicación de contactos y un relato en tres dimensiones son las instalaciones de estas autoras (todas debían crear una instalación inédita para la muestra); manifestaciones de cómo el espíritu lúdico, la ironía y la poesía pueden ser armas afiladas para hacer frente al malestar. El rincón dedicado a Tronco, en la sala de Conxita, está concebido como santuario al que deben peregrinar todos los fieles seguidores de la banda formada por la historietista y su hermano Fermí Herrero, asumiendo el riesgo de quedar abducidos por este astro ingrávido.

"Habitación": la acogedora instalación de Nadia Hafid. Foto: Isabel Cortés
"Habitación": la acogedora instalación de Nadia Hafid. Foto: Isabel Cortés

De los alimentos y animales antropomórficos y la poesía de los objetos cotidianos, pasamos en el cuarto ámbito del periplo a la depuración formal de Nadia Hafid y Marta Cartu, con sus indagaciones en torno a la soledad, la secuencialidad y la ruptura de las narrativas tradicionales. La instalación de Hafid muestra una solidez y calidez asombrosas, y consigue, como las restantes, acoger instantáneamente al receptor en su universo creativo.

En cada una de las salas dedicadas a estas artistas, el diseño expositivo, la diversidad de soportes y materiales –dibujos originales, paneles retroiluminados, ampliaciones de páginas de cómic flotantes, instalaciones, música, entrevistas– propician una experiencia inmersiva muy lograda. La selección de autoras y obras es acertada, aunque es inevitable echar de menos algunas ausentes en esta ocasión: nombres como Begoña García-Alén o Cynthia Alfonso, por ejemplo. Justo es reconocer que el comisariado de Montserrat Terrones ha propiciado con un relato expositivo bien trabado un diálogo entre el cómic experimental y el arte contemporáneo. El resultado consigue que, definitivamente, seguir dudando del interés intelectual y artístico de este lenguaje parezca algo del Pleistoceno.

Instalación “Hifa” de Marta Cartu. Foto: Isabel Cortés
Instalación “Hifa” de Marta Cartu. Foto: Isabel Cortés
Y ya que viajamos en el tiempo y siguiendo con el recorrido, Genie Espinosa y Miriampersand proponen en “Viajes to the other side” desplazarnos “al otro lado del espejo”, cruzando el umbral con su formalismo contundente; un viaje multidimensional que va a parar a los “Mundos extraños” de Ana Galvañ y María Medem, conjugación de veteranía y distopía. Una instalación multisensorial de Medem, muy en la línea de la abstracción poética que la caracteriza, y un epílogo literalmente brillante, que nos recuerda que esta constelación forma parte de una galaxia con muchas más “estrellas” (autoras internacionales de ayer y de hoy), son el broche final a esta exposición que viene acompañada de un programa de actividades: “La comiquera”, un espacio para disfrutar del cómic, con materiales para dibujar, libros y otros recursos (“La ruleta gráfica” de Nuria Inés); talleres con las autoras y otros invitados, visitas comentadas, debates y mesa redonda coincidiendo con el próximo festival GRAF Barcelona, a celebrar el 4 y 5 de marzo.

Cuando Conxita dibujó su “Museo-caca” no estaba todavía en su horizonte una exposición donde convivieran de manera tan festiva la exploración de las posibilidades expresivas del papel, de las artes visuales y del espacio expositivo. Una gran bola de helado para sobrevivir a las inclemencias. Climáticas, sociales o emocionales. ∎

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