Cómic
Núria Pompeia
Núria Pompeia (1931-2016) fue dibujante, ilustradora y humorista gráfica. Colaboró en algunas de las cabeceras más relevantes de la transición, como ‘Por Favor’, ‘Triunfo’ o ‘Vindicación Feminista’. Llegó a participar, incluso, en publicaciones extranjeras de alto nivel, como ‘Charlie Hebdo’. Desarrolló una muy interesante y más desconocida vertiente como escritora de novelas y cuentos. Y también fue madre. Tenía ya 36 años y cinco hijos cuando comenzó su carrera profesional en el dibujo, de modo que no resulta extraño que la maternidad fuera un tema fundamental en sus primeras reflexiones.
Corría el año 1967. El llamado “desarrollismo” franquista estaba en su mayor apogeo. Algunos pequeños cambios empezaban a afectar a la realidad social de las mujeres, que en esa década empezaban a acceder, de manera creciente, al mercado laboral y a las enseñanzas media y superior. La primera traducción al castellano de “La mística de la feminidad” (1965) de Betty Friedan ya había sido publicada, al igual que “La dona a Catalunya. Consciència i situació” (1966) de Maria Aurèlia Capmany. La propia Núria Pompeia reconocería, veinte años más tarde, que la lectura de “El segundo sexo” (1949) de Simone de Beauvoir –obra incluida en el Índice de libros prohibidos por la Iglesia Católica– le había permitido asentar ciertas ideas que le rondaban por la mente y que terminó por expresar en “Maternasis”, publicada originalmente en 1967 y ahora reeditada.
Editada de manera simultánea en Francia bajo el título “9”, la primera obra gráfica de la catalana se nutre de su propia experiencia para representar los nueve meses de un embarazo desde el punto de vista más íntimo: el del malestar, las dudas y los miedos, pero también el de los cambios físicos y psicológicos que sufren las mujeres. De hecho, esas ideas de transformación, de metamorfosis (individual y colectiva), fueron motivos recurrentes en su obra, muy relacionados con el contexto sociopolítico del tardofranquismo.
Pompeia, que hace de la síntesis gráfica la mejor expresión de la crítica feminista, aúna el dibujo y el collage, en ausencia total de texto, para descontextualizar y resignificar las propias imágenes. La mano que tapa la boca de la protagonista, y que en un principio puede aparentar las náuseas típicas de cualquier embarazo, pronto alude al tabú, al silencio; a ese “malestar sin nombre” del que hablaba Friedan y que a la altura de los años sesenta todavía no se había terminado de conceptualizar. El miedo al propio parto viene representado por una sucesión de páginas negras, simbólicas y muy elocuentes, mientras que la intimidación y el desafío de las nuevas responsabilidades de la maternidad tienen en el peculiar uso del collage su mejor expresión.
La dispersión y fragmentación que ha sufrido su obra han hecho de Núria Pompeia una figura poco conocida hasta hace apenas unos años. Por ello, es tan valorable la cuidada (y necesaria) reedición de “Maternasis” que la editorial de la familia de la autora ha llevado a cabo con motivo de la exposición homónima en el Museu Nacional d’Art de Catalunya. Una reedición cuyo valor se hubiera visto multiplicado de haber incluido un aparato crítico a la altura de la recuperación de uno de los grandes hitos de nuestro patrimonio gráfico y feminista del siglo XX. ∎
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