El estallido pandémico dejó a Bad Gyal rozando su despegue definitivo. Propulsada por la onda expansiva de su cuarteto de canciones ganadoras de 2019 (“Santa María”, “Hookah”, “Zorra” y “Alocao”, su primer número uno en la lista de singles española), estaba a punto de arrancar una gira con varias paradas en Latinoamérica que, una vez que pueda retomarse, quizá tendrá que ser replanteada al alza: es de suponer que su nuevo EP, “Warm Up”, elevará su estatus en el mercado latino por sus colaboraciones con Juanka y, sobre todo, Rauw Alejandro y Khea.
Tanto los dos portorriqueños como el argentino, eso sí, se adaptan aquí a canciones puramente Bad Gyal que también pueden imaginarse funcionando perfectamente sin ellos. En el caso de Rauw Alejandro, de hecho, ni siquiera hay que imaginárselo: participa en un remix de “Zorra” que desvirtúa sensiblemente el espíritu del tema original y a nivel musical tampoco lo mejora.
Aunque desde el título ya parece sugerirse que más pronto que tarde vendrán empresas mayores para ella, este EP no es una anécdota, sino la constatación del elemento extraño dentro del mainstream que, tres años después de “Worldwide Angel” (2018), aún sigue siendo Alba Farelo. Por más que se le intuya una voluntad mayor que en sus inicios por construir un hit rápidamente asimilable, por más que se haya amoldado perfectamente a la escueta duración que últimamente gasta el pop (seis de los ocho cortes no alcanzan los dos minutos y medio), por más que su lenguaje musical se mueva en la tendencia, todavía sigue siendo complicado decir qué hace Bad Gyal: no es exactamente reguetón, tampoco dancehall ni dembow, sino una especie de interpretación libre de todo ello que la diferencia al instante incluso ahora que su mercado se ha expandido. ∎
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