Josh Tillman sigue jugando a la autoficción con “I Love You, Honeybear”, su segundo disco como Father John Misty, a mayor gloria (en palabras propias) de “la sensualidad del miedo, la fuerza terrorífica del amor y los placeres indescriptibles de la verdadera intimidad”. Las imágenes del tráiler, estampas íntimas de Tillman y su esposa, la fotógrafa Emma Elizabeth Tillman, hablan por sí solas: “I Love You, Honeybear” es un retrato ficcional-pero-menos de la relación con su amada y con el propio amor, único salvavidas en un mundo que se va al garete. “My love, you’re the one I want to watch the ship go down with”, canta en el tema titular.
La distancia entre el antiguo Tillman (folk y tímido) y la nueva versión de sí mismo (dinámica e irónica) ya no sorprende, pero algunas cosas es mejor que nunca cambien. Las melodías parecen, otra vez, tomadas prestadas de grandes como Randy Newman y Nilsson, y Jonathan Wilson aporta, de nuevo como productor, un aura Laurel Canyon. Pero Tillman se ha preocupado por dotar a cada tema de su propia personalidad: las canciones pueden abrazar el porte orquestal (“I Love You, Honeybear”, “The Night Josh Tillman Came To Our Apt.”), vientos mariachi –“Chateau Lobby #4 (In C For Two Virgins)”–, redobles de batería electrónica (sorprendente “True Affection”, camino a seguir), coros soul (“When You’re Smiling And Astride Me”) e incluso risas enlatadas (en la condena de América y el entertainment “Bored In The USA”).
“I Love You, Honeybear” se presenta como una revisión ampliada (no tengo tan claro si mejorada) de lo propuesto en el anterior disco, sin algo tan directo e intenso como “Hollywood Forever Cemetery Sings”, pero casi: “The Ideal Husband”. ∎
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