Álbumes

Jonny Greenwood

Spencer / The Power Of The DogMercury KX, 2021 / Invada-Lakeshore, 2021

23. 11. 2021

Jonny Greenwood, conocido sobre todo como guitarrista de Radiohead, es muy selectivo con sus trabajos como bandasonorista: desde que debutó en esta faceta en 2003 con “Bodysong” (documental de Simon Pummell), básicamente ha ejercido como escudero de Paul Thomas Anderson y, bueno, tampoco demasiado más. Por eso resulta tan insólita e interesante la publicación casi simultánea de dos nuevos scores suyos para un par de directores que no responden a las siglas P.T.A.

Por un lado, está la música de “Spencer”, el anti-biopic de Pablo Larraín sobre un fin de semana decisivo en la trayectoria vital de la princesa de Gales, encarnada contra todo pronóstico por Kristen Stewart. El propio Greenwood lucha contra tópicos predecibles: como él mismo comentaba hace poco en ‘The Times’, cuando compones música sobre la familia real, lo inevitable es sonar a Händel, pero él ha buscado una forma de pervertir esa tradición.

Aunque inaugurada por un arpegio de órgano bastante terrorífico, la inicial “Arrival” suena pronto a justamente lo esperado, a música barroca. Sin embargo, pronto llega una deriva jazz. Diana no se siente cómoda en la jaula de oro y quiere salir volando. A medida que su rabia empieza a supurar, las cuerdas se enrarecen (“Ancient And Modern”) y una banda como de free jazz de los setenta se pelea con la orquesta barroca (“Calling The Whipper In”, ocasión para el lucimiento del trompetista Byron Wallet). Hay, además, pianos trágicos (“Spencer”, menos Händel que Bach, influencia ya localizable en “Pyramid Song” de Radiohead), experimentos desestabilizadores con el clavecín (“Invention For Harpsichord And Compression”) o un pulverizador órgano de iglesia (“Press Call”).

Por otro lado, está su trabajo en “El poder del perro”, el anti-wéstern de Jane Campion sobre un hosco vaquero de la Montana de los años 20 (Benedict Cumberbatch) y toda la gente a la que hace la vida imposible. Entre sus víctimas, su cuñada Rose (Kirsten Dunst), cuyo descenso en el alcoholismo explica Greenwood con la textura inquietante de una pianola desafinada. Ni rastro de cuerdas épicas, a pesar de haber vaqueros en la historia. En lugar de eso, encontramos la citada pianola extraña, o un chelo tocado como si fuera un banjo (atención a la radioheadesca “Figured It Out”), o trompas reverberantes (“Best Friends”) que contienen, según Greenwood, el sonido de la “masculinidad reprimida”.

El festival de Jonny no acaba aquí: en breve podremos escuchar la banda sonora de “Licorice Pizza” (Paul Thomas Anderson, 2021), aunque, según las informaciones, en la edición física solo habrá una pieza de score; el resto son pequeñas maravillas de grandes de la música popular de antes de los 80, de Nina Simone a Donovan, pasando por David Bowie. Y pronto, ojalá, deberían salir a la luz las grabaciones de Greenwood con Thom Yorke y el batería de jazz Tom Skinner como The Smile. Atracón de inquietud. ∎

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