En una discografía tan fértil como la del músico canadiense, con más de cuarenta álbumes en su haber (más los que estén por venir), proclamar alguno de sus discos como uno de los mejores es un asunto serio y que generará controversia. Aquí cada cual tendrá su favorito, pero “Harvest” (1972), su cuarto largo en solitario, es uno de los que seguramente generarán más consenso a la hora de colocarlo en un hipotético podio de sus cuatro o cinco obras más inspiradas.

Gestadas cuando nuestro hombre aún se mantenía en las filas de Crosby, Still, Nash & Young, la composición de la mayoría de estas canciones nacen de la guitarra acústica por motivos de fuerza mayor. Young sufrió un accidente que lo obligó a estar postrado en cama durante varias semanas y ello le impidió practicar con la guitarra eléctrica. Además, acababa de abandonar su casa en Topanga Canyon para trasladarse a su nuevo hogar, el rancho Broken Arrow, en cuyo granero instalaría el estudio de grabación donde se registró el disco. Aquellas instalaciones de aire rural se filtran de algún modo en el sonido de este trabajo, y se pueden ver en “Harvest Time”, el muy interesante documental que contiene uno de los dos DVDs que se incluyen en esta reedición de 50º aniversario. Todo ello contribuyó a generar uno de los discos más importantes de su carrera y probablemente de la historia de la música rock.

“Harvest”, que aquí se incluye sin añadidos ni retoques, pertenece a la etapa que los más acérrimos seguidores de Neil Young consideran sus años más fértiles. Algunos acotan esta era dorada entre 1969 –con la edición de su debut homónimo en solitario tras abandonar las filas de Buffalo Springfield– y la salida de “American Stars ‘N Bars”, su álbum de 1977; y los más puristas circunscriben aún más esta época de oro clausurándola en 1972 con la edición del álbum que nos ocupa.

Para quienes ya conozcan el disco original, poco hay que añadir, y para quienes aún tengan la suerte de poder disfrutar de su escucha por primera vez, diremos que contiene cimas del folk-rock (o country-rock o rock de cantautor o como lo quieran denominar), como “Out On The Weekend”, “Heart Of Gold” y “The Needle And The Damage Done”, canciones emblemáticas que por sí solas darían sentido a una carrera musical completa. Para esta grabación, Young contó con un grupo de acompañamiento formado por grandes músicos reunidos bajo el nombre de The Stray Gators, con su por entonces colaborador habitual y reputadísimo arreglista y compositor Jack Nitzsche al piano, Ben Keith con la steel guitar, Kenny Nuttrey a la batería y Tim Drummond al bajo como banda base. Además, viajó hasta Londres para grabar los arreglos de un par de canciones (“A Man Needs A Maid” y “There’s A World”) con la London Symphony Orchestra, y hay colaboraciones de Linda Ronstadt y James Taylor; además de Graham Nash, David Crosby y Stephen Stills, con quienes, como ya apuntábamos antes, aún mantenía en activo el célebre cuarteto nombrado con sus apellidos. En resumen, las estrellas se alinearon para que alumbraran un disco sobresaliente que consagró a Young definitivamente, logrando el aplauso unánime de prensa y público y llegando a ser el LP más vendido de 1972 en Estados Unidos.

Esta reedición conmemorativa de su quincuagésimo aniversario, que ha llegado meses después de que el artista retirara de Spotify todo su catálogo (sí se puede escuchar en el resto de plataformas de streaming), se edita con interesantes añadidos. A mi juicio, lo más destacable es el concierto grabado en los estudios de la BBC en el que, en solitario y acompañado de guitarra acústica, armónica y piano, Young interpreta de manera desnuda y magistral algunas de las canciones incluidas en el disco junto con otras que finalmente fueron descartadas del repertorio final, como “Dance Dance Dance”. Otra joya del boxset a destacar es el single en el que se incluyen, en su versión de estudio, aquella y otras dos canciones que fueron desestimadas para formar parte del disco. Además de la ya mencionada, se trata de “Bad Fog Of Loneliness” y “Journey Through The Past”. Aunque también serán conocidas por los más neilyounguistas al haber sido interpretadas en directo por nuestro hombre en numerosas ocasiones, merece la pena poder escucharlas con la debida calidad sonora, ya que cualquiera de las tres podrían haber pasado el corte para estar el el disco original.

Además de lo ya mencionado, el lote lo completan el DVD al que ya nos referíamos más arriba, otro más con la versión en vídeo del ya referido concierto en la BBC, un póster con la imagen de la fotografía de contraportada del disco original en la que se ve al grupo en plena grabación en el estudio-granero y un lujoso y nutrido libro encuadernado con tapa dura en el que encontramos interesantes textos donde se contextualiza la obra dentro de la historia personal del artista y un puñado de fotografías –muchas, inéditas– de aquel momento. La edición en vinilo aporta una fotografía de gran formato y edición limitada y numerada en la que nuestro protagonista aparece en plena naturaleza en Broken Arrow.

Pocos reproches se le pueden poner a una caja tan cuidada que sin duda hará felices y no defraudará a aquellos seguidores de Neil Young dispuestos a rascarse el bolsillo para hacerse con una copia en CD o en lustroso vinilo. ∎