Reedición

Squarepusher

Feed Me Weird ThingsWarp-Music As Usual, 2021

28. 06. 2021

El primer álbum de Squarepusher salió en el ya desaparecido Rephlex, sello de actividad frenética que Richard D. James y Grant Wilson-Claridge crearon en 1991 con el fin de dar salida a alguna de las derivaciones más difíciles de Aphex Twin –AFX, Caustic Window–, y en cuyo extenso catálogo también entraban nombres tan variados como μ-ziq, DMX Krew, 808 State, The Gentle People o Seefeel.

Si algo define a Squarepusher –longevo proyecto de Thomas Jenkinson cuyo último largo, “Be Up A Hello”, salió en 2020– es su vertiente inclasificable y predilección por las estructuras rítmicas complejas. No en vano, su padre era batería de jazz y Jenkinson toca el bajo, instrumento que en esta primera ocasión aparece profusamente desde el corte inaugural: “Squarepusher Theme”. Toda una declaración de intenciones por un tipo insistente cuyo perfil sigue desafiando los tópicos del género, a pesar de su extendido recurso a la ciencia ficción –“U.F.O.’s Over Leytonstone”–. ¿Qué puede esperarse de alguien que firma un título tan disociado como “Theme From Ernest Borgnine”? Ritmos locos y taladrantes, precursores del drum’n’bass –“Kodack”–, ambientaciones IDM y melodías mínimas y mutantes conforman su ficha sonora.

Pero solo hay que esperar al segundo tema, “Tundra”, para darse cuenta de que Squarepusher es cualquier cosa menos predecible. Dicen que “Feed Me Weird Things”, publicado en 1996, es su trabajo más accesible, y es probable que sea así. Tampoco resulta extraño pensar que se trata de una música, en general, no concebida precisamente para la contemplación kantiana o el baile cadencioso. Su expresión es alambicada, espinosa, con ingredientes fundamentados en el breakbeat y la electrónica abstracta, para construir un paisaje distorsionado y rupturista, repleto de detalles que exigen atención y sorprenden en cada viraje. Como “Swifty”, tercer corte que da cabida a las técnicas del dub. O “Goodnight Jade”, delicada nana donde palpita un corazoncito poligonal.

La reedición llega en el veinticinco aniversario de una obra que se insertaba por derecho propio en el incipiente pero efímero drill’n’bass, una especie de nuevo punk electrónico por lo que tenía de terrorismo sonoro. Otros, como el gabber, tenían la coartada de la pista de baile. “Feed Me Weird Things”, que incorpora en esta ocasión el EP “Squarepusher Plays…”, también de 1996, impacta el oído de una manera más intelectual, con exquisiteces como“Windscale 2”, cuya línea de bajo recuerda más a la elegancia de un Mick Karn que a las monstruosidades de estos nuevos comediantes del ruido. Adictivo cuando aprendes a quererlo, perfectamente recuperable y reivindicado con pasión por gente tan nueva como Danalogue, Ishmael Ensemble o dgoHn. ∎

Contenidos relacionados

Squarepusher

Dostrotime
ÁLBUMES / Por José Manuel Caturla → 02.04.2024

Contenido exclusivo

Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.

Inicia sesión