A Hal Willner le habría encantado escarbar en los archivos de Pickwick Records para seleccionar estas veinticinco canciones de Lou Reed en la era pre Velvet Underground. De hecho, esta recopilación le está dedicada y es la tercera entrega de Lou Reed Archive Series –una colección de “rarezas” auspiciada por Laurie Anderson, el sello de Seattle Light In The Attic y el propio archivo de Reed–, que debutó con el lo-fi “Words And Music, May 1965” (2022) y siguió con “Hudson River Wind Meditations” (2024), reedición del disco de música para meditación y taichí producido por Reed y Willner y publicado originalmente por Sounds True en 2007.
Pese a arañar el lado salvaje del asfalto neoyorquino, muchos temas de la Velvet están construidos con bases y melodías pop. En sus inicios, sin duda menos ariscos en el sonido y menos agresivo en el temario, Reed ya trabajó en esa línea: pop, surf music, doo-wop, soul, twist, rhythm’n’blues, garage y rock’n’roll, con variados juegos vocales e instrumentación tan ligera como sobria.
La mayoría de las canciones de “Why Don’t You Smile Now. Lou Reed At Pickwick Records 1964-65” están escritas por Reed, Terry Philips –director artístico del sello–, Jimmy Sims (miembro de la banda de doo-wop Johnny & The Tokens) y Jerry Vance (Jerry Pellegrino de nombre real). Componían a destajo y grababan con rapidez. El sonido rugoso de la Velvet está presente en “Teardrop In The Sand” de THE HOLLYWOODS, mientras que THE ROUGHNECKS protagonizan con “You’re Driving Me Insane” una party muy animada en un garage. TERRY PHILIPS hace honor al título salvaje de una de sus tres canciones, “Wild One”, en las guitarras y gritos de fondo, pero en las dos siguientes, “Flowers For The Lady” y, sobre todo, “This Rose”, demuestra veleidades vocales bastante dignas con amagos de balada grasienta y melodramática estilo cincuentas. SPONGY AND THE DOLLS se reflejan en las Ronettes con “Really – Really – Really – Really – Really – Really Love”, seis veces para reafirmar la realidad de ese amor. “Soul City”, de THE FOXES, es exactamente eso, soul urbano y Motown con poderosas voces femeninas. “We Got Trouble”, interpretada por BEVERLEY ANN, es también soul, pero más sedoso y con atractivos arabescos de cuerdas. En el tema que da título a la compilación, acreditado al grupo THE ALL NIGHT WORKERS, se percibe claro el sello sonoro de Cale y las guitarras gravitan en dirección directa al terciopelo de subterráneo. Hay dos versiones de los Beach Boys, “Surfin’” y “Little Deuce Coupe”, que grabaron THE SURFSIDERS para el disco de homenaje “The Beach Boys Songbook” (1965), con Reed cantando en los dos cortes. En la misma línea están las dos canciones de THE BEACHNUTS, “Sad, Lonely Orphan Boy” y “I’ve Got A Tiger In My Tank”, que parecen más bien melosas parodias del cancionero de los hermanos Wilson. Puro exploit pop, muy divertido, la verdad, destinado a la venta en supermercados, como ha escrito Rafael Tapounet.
Eso sí, el disco se abre con un tema que acabaría siendo toda una declaración de principios,“The Ostrich”, rock garagero con elementos de twist, doo-wop y madison (nada mal) que registraron THE PRIMITIVES, grupo unido para un par de canciones que supuso el primer encuentro entre Reed y Cale. Otros solistas y bandas imaginarias o reales que desfilan por el disco son THE J BROTHERS, RONNIE DICKERSON y su alter ego ROBERTHA WILLIAMS, JEANNIE LARIMORE y THE HI-LIFES.
Pickwick Records, compañía de nombre muy dickensiano, era un pequeño sello ubicado en Long Island para el que Reed escribía canciones con destino a discos estereofónicos de 7”. Un laboratorio mucho menor en comparación con el Brill Building o el estudio de Phil Spector. Y conviene decir que buena parte de estas canciones fueron registradas por bandas con nombres sobresalientes… pero la mayoría inexistentes: solo Reed, de vez en cuando Cale, Philips y los músicos y vocalistas que andaban por el estudio.
Esta colección de canciones olvidadas, imprescindible para los fans de Reed y sugerente y recomendable para los arqueólogos del pop de los sesenta, apareció en plataformas el pasado septiembre y ahora llega en esplendorosa versión en compacto y vinilo (este bastante caro, eso sí), con un libreto que contiene un revelador ensayo del periodista musical Richie Unterberger y una introducción de Lenny Kaye. Otro músico influenciado desde siempre por Reed y la Velvet, Don Fleming (responsable de The Velvet Monkeys, entre otras bandas), es productor del disco junto con Laurie Anderson, Jason Stern y Matt Sullivan (fundador de Light In The Attic). Habrá más recuperaciones; los archivos de Reed están depositados y abiertos en la Biblioteca Pública de Nueva York, la ciudad que alumbró entonces al Reed más pop-soul-surf-teen antes de convertirse en una de las piedras angulares de la historia del rock. ∎
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