El Fòrum en sold out recuerda a una fiesta a pesar de las restricciones. Unas 2500 personas (número que se repetirá hoy en la segunda fecha del concierto) con nervios de bailar su tantas-veces-escuchada-en-spoti Bad Gyal recuerdan a una fiesta porque mientras beben y escuchan el b2b de Extrarradio y Ana Orange desprenden alegría aunque lleven mascarilla. Incluso parece que nadie se moje cuando empieza a llover 40 minutos antes del show. Jamás se está suficientemente preparado para la llegada de septiembre.

Hace tres días Bad Gyal posteaba en Instagram algunas fotos de lo que parecían sus vacaciones –incluyendo pedicura con pedrería– y en la caption anunciaba su vuelta al ejercicio: “Ahora toca darlo todo again amores ✨”, como quien espera la vuelta al cole para reencontrarse con sus amigos o como quien está nervioso por empezar su nuevo curso de carpintería. Pero sus vacaciones habrán sido anecdóticas, como las de todos, porque, a diferencia de muchos otros artistas, Alba Farelo este verano se ha paseado por toda España con su gira y su nuevo aka, Miss Sold Out.

Cuando la megafonía anuncia que el show empieza en 30 minutos, en 15, en breves instantes, el público grita y se apresura para llegar a su silla. El soundsystem prendido, la sirena roja girando en pantalla y la humedad que ha dejado la lluvia crean el microclima perfecto para sudar el bashment de Bad Gyal, que así sea.

“We salute the queen of queens, Bad Gyal!”, dice una voz en patois mientras las bailarinas ocupan el escenario ondeando banderas. Oímos la voz procesada de “Pussy” y de entre el humo y las bengalas aparece la figura de la reina Farelo. El público de Barcelona, que todavía no había podido escuchar en directo el último EP de Bad Gyal, “Warm Up” (2021), está emocionado y reprime su impulso de correr hacia primera fila quedándose de pie. ¿Quién quiere sentarse cuando la música suena fuerte y las sillas están mojadas? “Warm Up” encapsula lo que es Bad Gyal ahora: una artista icono, Santa María, con una música “doble-triple-hot”, que diría Japanese, preparada para hacerte bailar en bucle, como un TikTok, y con el potencial suficiente para seguir expandiéndose. Porque “Warm Up”, su debut en Interscope, es solo el calentamiento de lo que está por venir –y dan fe de ello los inéditos que pinchó en directo y que ya son clásicos en YouTube para sus fans–.

Bad Gyal lleva tiempo acompañada de sus bailarinas, su soundsystem y su DJ, Merca Bae; pero es ahora cuando vemos cómo el show ha llegado a su cénit, absolutamente bajo control: cada elemento que juega en el directo y cada instante está pensado con precisión, colocado donde tiene que estar y sin parecer automatizado. Los bailes de la cantante, las idas y venidas al escenario de las bailarinas para enfatizar momentos en las canciones, los visuales creados para cada tema, la iluminación y la pirotecnia y los excelentes minimixes y adaptaciones de los beats que ha hecho Merca Bae. Cuando ella canta, el público corea; cuando baila, gritan; cuando calla, aplauden. A lo largo de la hora y pico de concierto, Bad Gyal interpreta su último EP, pero también repasa sus greatest hits. “Candela”, “Open The Door”, “Blink”, “Yo sigo iual”, “Internationally”, y hasta la nostálgica “Pai” y su hit “Fiebre” con una remezcla de jungle deconstruido de Merca Bae. El ritmo del concierto es trepidante: entre los bloques de canciones entran minimixes de dembow, afrobeat y dancehall donde suenan Farruko, KHXOS, Black Jonas Point y La Materialista, entre tantos, siempre trabadísimos de manera frenética por el DJ.

Las coreografías refuerzan cada canción y les dan intensidad, reafirmando la imagen que la artista ha estado cultivando en sus últimos clips: “Sí, soy icónica”. Podría ser un post de Bad Gyal Affirmations, pero es lo que se desprende de la formación en pirámide de las bailarinas cuando suena “Iconic”. Sus acompañantes también le sirven para contextualizar la música y, por ejemplo, trasladarnos al White Shisha Lounge, como en una obra de teatro, cuando sacan las cachimbas y fuman sentadas en el escenario. “Esto es una fiesta y nosotras nos lo traemos todo”.

Bad Gyal se muestra agradecida por jugar en casa y tener este éxito de convocatoria, y más en la situación complicada que han vivido tantos gremios a causa de la pandemia. Ya cante “Warm Up”, canciones más antiguas o hits de su última hornada como “Alocao”, “Bom Bom”, “BOBO”, “Aprendiendo el sexo” o “Bling Bling”, la audiencia lo corea y baila por igual; ya tengan 15 o 35 años. El público de Bad Gyal es interseccional y de un rango de edad muy amplio. Supongo que por eso a la salida del Fòrum hay más coches esperando en doble fila con los warnings encendidos que taxis haciendo cola en la parada. Al día siguiente, algunos irán al instituto y otros a trabajar, pero, de momento, cuando se acaba el concierto, la gente todavía baila. Alba se retira e imaginamos que brinda con su equipo antes de irse a casa porque al fin y al cabo mañana es viernes, y hay sold out show otra vez. ∎