Amigos de ciudad en la naturaleza. Foto: Òscar Giralt
Amigos de ciudad en la naturaleza. Foto: Òscar Giralt

Entrevista

Ciutat: secta sónica

En un breve intervalo de tiempo, Ciutat ha dejado atrás su condición de secreto mejor guardado de la electrónica barcelonesa para saltar hacia capas superiores. Una mudanza impulsada con un segundo álbum en el que siguen ofreciendo regalías a los oyentes. “Ciutat l’Amistat” sirve para encontrarse con el dúo catalán para charlar sobre sectas, ornitología, Daft Punk y hasta de la ona laietana. Este sábado, 1 de marzo, actúan en Barcelona (Razzmatazz 2).

26. 02. 2025

Guillem Bergadà (Guim) y Jordi Pareta (JP Sunshine) empezaron su idilio creativo tras un concierto de Kamaal Williams en Barcelona, pista notable para entender su gusto omnívoro. Pertenecientes al colectivo Mainline –Jordi incluso había formado parte de la banda Mainline Magic Orchestra–, ninguno dio el paso de conocerse en persona hasta su encuentro en el mentado concierto. A partir de ahí se materializa la visión de dos músicos con inquietudes volcadas en una electrónica de aspiración 360º. Por su sonido se filtra el chill out, el downtempo, la IDM, el jazz y hasta la ona laietana, como desvelan al final de esta entrevista.

“Brandon” (Primavera Labels, 2023) fue la primera lámina configurativa de un ADN alejado de patrones y esquemas prefijados. Un trabajo donde el matiz melancólico se apodera de la urgencia del beat ramplón. En su segunda obra, “Ciutat l’Amistat” (Primavera Labels, 2024), amplían esa línea con un imaginario de sectas y amistades. Un discurso sonoro cohesionado que refuerzan con un lore –concepto que repiten en la conversación– que expande su universo por lo extramusical. Transmitiendo, desde otros cauces, la singularidad de su propuesta.

“Ciutat l’Amistat”, vídeo dirigido por Joan Colomer, Pépinot, Martí Atance, Leonardo Kurtz y Ciutat.

Abrazáis una máxima que suelo amar, que es eso de llorar en la pista de baile. Triste de felicidad o felizmente triste. ¿Qué os hace empaquetar una propuesta que colinda lo bailable con lo nostálgico o lo íntimo?

Guillem: Nos sale natural. Normalmente la música que escuchamos tiene ese componente melancólico. Hasta en música electrónica también nos gusta cuando tiene esos tonos. También nos gusta lo otro, lo que es música más happy, el house y esas cosas.

Jordi: Sí, en realidad nos gusta todo aquello que te toque de algún modo. Todo lo que pueda tener alma es algo con lo que Ciutat se identifica.

Explicadme esto de Ciutat l’Amistat. Me interesan mucho las sectas.

Guillem: No es una secta.

Jordi: Es una comunidad. No gustaría hacer hincapié en esto en la entrevista. Te hemos corregido porque no se trata de una secta (risas).

¿Pero sigue activa?

Jordi: Sigue activa, sí.

Guillem: Todo el mundo puede participar. Quien se sienta solo y busque una comunidad para hacer amigos nos puede llamar.

Jordi: La amistad tiene dos caras. Y en el álbum buscábamos eso. El tema es amplio, y ahí entra el retiro físico que hicimos en la Costa Brava. Una excusa para reunirnos con amigos y gente que admiramos muchísimo. Ahí tuvieron que pasar unos rituales.

“Normalmente la música que escuchamos tiene ese componente melancólico. Hasta en música electrónica también nos gusta cuando tiene esos tonos. También nos gusta lo otro, lo que es música más happy, el house y esas cosas”

Guillem Bergadà

Entonces ¿el retiro existió?

Guillem: Sí, al principio la idea era hacer un retiro, y luego ya decidimos grabarlo. Lo principal era el retiro físico. Ciutat l’Amistat invitó a varias personas a través de un vídeo de nuestro líder espiritual, Richard Cardino. Se lo enviamos por Instagram y solo con eso se apuntaron, sin tener ni idea a lo que iban. Y algunos se arrepintieron.

¿Eran amigos y músicos que conocíais?

Jordi: Conocidos, todos, pero pocos con confianza plena para ponerlos a prueba con los experimentos. Hubo algunos para los que sí fue más íntimo, pero en general fue un experimento social. Fue bonito. Y es guay poder explicar la historia no solo a través de la música, sino también con una comunidad que creo que define muy bien el concepto del disco.

De ese retiro salió una canción, que es la del videoclip.

Guillem: Sí, el segundo tema del disco, el que se llama “Ciutat l’Amistat”.

Jordi: Sí, nosotros lo llamamos experimento sonoro o mantra. Porque es eso. No termina de ser una canción, pero sí que cada uno hizo su aporte. Cuando llegaron ahí se encontraron, entre otras cosas, una mesa redonda simétrica, como la del santo grial, que hace que nadie sea más importante que el otro. Y en lugar del santo grial había un micrófono binaural. Se captaba de modo que todo el mundo podía enviar su mensaje, y a posteriori, con cascos, se podía escuchar en estéreo. La gente se encontró con unos papeles en los que ponía “l’Amistat és...” y ellos debían seguir la frase. Y eso dio inicio al retiro espiritual (entre los asistentes, encontramos a músicos como EJ Marais, Renaldo & Clara, TRISTÁN!, Chico Blanco o Marina Herlop, entre otros).

Ciudadanos Jordi y Guillem: pájaros de cuidado. Foto: Òscar Giralt
Ciudadanos Jordi y Guillem: pájaros de cuidado. Foto: Òscar Giralt

¿Cómo pasáis de ornitólogos a gurús sectarios?

Guillem: Lo de los pájaros lo hemos mantenido bastante. No es como el primer disco, donde en cada tema había algún sample de pájaro, pero los hay.

Jordi: Sí, la afición por los pájaros sigue ahí. De hecho si se hace un poco de lupa en el disco, se ve que hay bastante samples de pájaros. Incluso acaba siendo un poco un trademark de productor.

Guillem: Un tag.

Jordi: La comunidad no excluye lo otro. Creo que forman parte de un mismo mundo, donde pueden pasar muchas cosas.

Guillem: Lo que nos representa es también el cambio constante. Porque entremedio de los dos discos sacamos “Chesterfield”, que era un vídeo donde íbamos vestidos del siglo XIX. Nos hicimos unos trajes.

Jordi: Los diseñó Mario Vidal.

Guillem: Nos mola crear un lore que sea muy complejo, que sea autorreferencial, que haya un enlace con cada cosa, algo que queremos seguir alimentando hasta que se convierta en un monstruo.

¿Y de dónde procede esa obsesión por los pájaros?

Guillem: Los dos somos de pueblo. Y un día descubres lo de los pájaros y te das cuenta de la variedad y la riqueza que hay a tu alrededor. Así que decidimos apuntarnos a un curso de ornitología. Y además de molarnos la amplitud de los sonidos, también nos gustaba la parte estética del asunto. En el primer disco todo esto está más presente.

“La afición por los pájaros sigue ahí. De hecho si se hace un poco de lupa en el disco, se ve que hay bastante samples de pájaros. Incluso acaba siendo un poco un trademark de productor”

Jordi Pareta

¿Hacéis grabaciones de campo?

Jordi: Tenemos alguna, pero tiramos mucho de las grabaciones de Wikipedia, que están muy bien.

Guillem: Sobre todo la Wiki en catalán, que tiene todos los pájaros y están indexados y te puedes bajar el sample fácilmente. Intentamos no modificar el sample.

Jordi: Normalmente funciona. No estamos modulando los sonidos, sino que intentamos insertarlos tal y como proceden de la naturaleza.

Guillem: Los pájaros hacen intervalos musicales. En “Que salga el sol”, del primer disco, pusimos uno de “mallerenga carbonera” (carbonero común): hacía un intervalo de cuarto menor a cuatro que quedaba bien con la armonía del tema. Es algo mágico cuando encuentras algo así.

Jordi: Sí, hace como… (imita el sonido del pájaro)... Luego está el debate de si están haciendo música o no, pero ahí no entramos. Hicimos incluso un curso de un fin de semana con ICO (es l’Institut Català d’Ornitologia) . Y fue ahí cuando decidimos que teníamos que poner samples en el disco.

Guillem: El instructor Jaume Oliver nos dijo que había dos tipos de ornitólogos. La mayoría opinan que para alardear de pokémon de pájaros tienes que haberlos visto. Y él decía “no, coño, que si los escucho ya sé que están ahí”. Debería ser igual de importante. Él era de la segunda rama, y nos reivindicó la escucha, no solo el avistamiento. Escuchar es también observar.

Hay bastante guasa en vuestra propuesta, también expresada por las letras. ¿Hay algún motivo especial para ello?

Guillem: A todos nos gusta el humor. Tenemos referentes en común tipo Venga Monjas, Miguel Noguera. También el mundo de los memes y de internet. A todos nos mola todo esto y lo usamos.

Jordi. Sí, es un lenguaje.

Guillem: Nos define de algún modo.

Hedonismo urbano. Foto: Òscar Giralt
Hedonismo urbano. Foto: Òscar Giralt

También hay cierto desaliento vital recogido en vuestras letras, que parece amortiguado con ese hedonismo también presente. Creo que “Una vez más” sería un buen ejemplo. ¿Cómo lo interpretáis vosotros?

Guillem: Igual lo tendríamos que explorar en terapia (risas), porque ya nos lo han preguntado antes y no sé de dónde procede.

Jordi: Yo creo que los dos hemos tenido nuestros altibajos, así que es normal incorporarlo en nuestra música.

Guillem: Sí, pero también creo que es una cuestión estética. Es la música que nos gusta escuchar.

Jordi: Yo, haciendo referencia al disco, que trata sobre la cara B de la amistad y de los desacuerdos, estoy en desacuerdo con mi compañero. Yo creo que no, que viene porque hemos pasado por algo. Y al final es una forma de expresarlo. Son distintos tipos de vista. Supongo que si las cosas nos fueran muy bien, sería igual muy difícil que nuestras letras tuvieran ese punto triste o de melancolía.

Guillem: Bueno, siempre se puede ser melancólico aunque todo te vaya bien. Si eres una persona con tendencias melancólicas, pues...

Jordi: También. Eso sí que te lo compro. Igual es la forma de ser.

Entrando en lo que es el sonido del álbum. Cruzáis el ambient con la IDM, el house y el downtempo, y hasta el indie dos mil. ¿Cuál fue la paleta sonora utilizada?

Guillem: Todo lo que has dicho estuvo sobre la mesa. Ambient quizá no tan buscado conscientemente. IDM sí que nos mola Aphex Twin, buscando incluso para este disco esos glitches característicos. Sobre todo downtempo, el chill out de los dos mil, así algo más cutre, pero también el balearic, el house, el french house...

“Air también, pero viene algo más tarde. Pero Daft Punk nos vienen a los dos desde siempre. Y también nos gustaba toda la mitología que crearon. Que si primero eran humanos, luego robots. Es más que música”
Guillem Bergadà

Sí, el tema “Ah” me remitió al “Discovery” de Daft Punk.

Jordi: Total. De hecho, ahora no me sé de memoria el minuto qué es, pero hay una cita expresa al “Digital Love” de Daft Punk con esa melodía de sintetizador de “Why don’t you play the game” (la canta). Yo creo que es un gesto bonito hacia ellos, porque como les hemos pillado tantas cosas, es nuestro signo de gratitud.

Guillem: Si tuviéramos que mencionar un solo grupo como referente, que nos haya acompañado desde el principio, seguramente sería Daft Punk.

Jordi: O Air también.

Guillem: Air también, pero viene algo más tarde. Pero Daft Punk nos vienen a los dos desde siempre. Y también nos gustaba toda la mitología que crearon. Que si primero eran humanos, luego robots. Es más que música.

En alguna entrevista he leído que vuestra principal influencia es la música laietana. Me sorprendió esa sentencia. ¿Lo seguís pensando? ¿Podéis desarrollarlo?

Guillem: Sí.

Jordi: Sí, yo por ejemplo he terminado el Taller de Músics, el superior de jazz, y me acuerdo que entré en el curso porque me gustaban mucho artistas de fuera, pero también muchos de aquí, como Carles Benavent, Joan Albert Amargós.

Guillem: Toti Soler.

Jordi: Exacto. Música Urbana, Toti Soler.

Guillem: Barcelona Traction.

Jordi: Barcelona Traction, Orquestra Mirasol.

Guillem: O el Gato Pérez y la rumba.

Jordi: Hay un montón de grupos interesantes. Y cuando ves que colegas y amigos solo se fijan en cosas lejanas, pienso en lo mucho que tenemos aquí. En Barcelona pasó todo esto y ha pasado un poco al olvido. Y creo que es interesante coger cosas de ahí.

Guillem: Sí, en el primer disco fue más consciente. En este seguro que hay algo. Pero, por ejemplo, en el primero usamos algo típico de esa movida que era poner dos instrumentos haciendo una melodía al unísono. Muy propio del rock psicodélico y de la música mediterránea. Y nos gusta que esa generación, influenciada también por el jazz y la psicodelia de fuera, aportó el localismo. Cuando vas a buscar tus raíces puede también funcionar fuera, y eso nos gusta. ∎

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