Solipsismo, astenia existencial, insatisfacción. Síntomas de una pandemia gigantesca –la ansiedad– que Pablo Und Destruktion describe en canciones como “Problemas” o “Viva la gente”. Una vez hecho el diagnóstico, ¿qué tratamiento propone? “Las drogas de nuestro tiempo son estimulantes”, explica. “Café, cocaína, anfetamina. Eso se retroalimenta con las redes sociales, con la dosis de dopamina que te da ese ‘like’ del que estás siempre pendiente. Eso sustituye al verdadero amor, el que te dan tus seres queridos, una vida digna, un trabajo honrado. Es una época de ansiedad porque el sistema productivo lo exige. No se cura con yoga, ni con religiones new age, sino con un cambio de las condiciones objetivas materiales. Eso, que es tan básico, una aproximación de clase y marxista, ha desaparecido de la supuesta izquierda”.
El análisis de tan profundas disfunciones no termina ahí, sino que ahonda hasta llegar a los cimientos de las sociedades occidentales: “Lo que estamos viviendo es la caída definitiva del Imperio Romano. Estamos en el bloque atlantista, que se las está viendo para mantener su hegemonía. Y están entrando otras fuerzas, sobre todo China, la única forma de socialismo real que ha prosperado, nos guste más o menos. Me llama poderosamente la atención que esté fuera del discurso de la izquierda. Es como si China no existiera. Hay nostálgicos de la Unión Soviética, pero nadie reivindica la vía china, que ya ha superado el maoísmo. El maoísmo nos lo comemos ahora vía Mayo del 68 en sus múltiples revisiones de revoluciones culturales, mientras China sigue controlando el mundo real, el sistema productivo y transformando la vida de sus ciudadanos y la de los ciudadanos de los países con los que comercia. Los futuros valores probablemente sean los chinos”. ∎
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