Por fin, material traducido del torrencial
Lester Bangs (1948-1982), mítico crítico de rock estadounidense que, durante la década de los setenta, pergeñó sus proclamas como si de una estrella de la época, salvaje e ingenua, se tratara. Caóticamente compulsivo en sus diatribas, Bangs vivió como un héroe en su propia cabeza. Lo echó Jann Wenner de ‘Rolling Stone’ por su falta de respeto hacia los músicos, pero se hizo notar en la más alternativa ‘Creem’ y acabó sus días firmando para ‘The Village Voice’.
Con edición y selección de Greil Marcus, amigo de Bangs, en la antología
“Reacciones psicóticas y mierda de carburador” (“Psychotic Reactions And Carburetor Dung”, 1987; publicada ahora por Libros del Kultrum, la nueva editorial de Julián Viñuales, antes en Global Rhythm y Malpaso), hay artículos gloriosamente visionarios y auténticas pajas mentales que no pasarían el corte en ninguna cabecera actual seria; aplausos para Ignacio Julià, el traductor, por atreverse con tanta desconcertante soflama beat de nuevo periodismo gonzo con desvaríos propios del free jazz y abstrusas referencias culturales.
Entre las piezas más insignes de este romántico y divagante periodista convertido en personaje, que murió a los 33 años por desmedida ingesta de jarabe Romilar, relucen su enconada defensa del garage punk de los 60s, sus reverencias incondicionales a The Velvet Underground y The Stooges, sus encuentros belicosos con Lou Reed (de quien defendió valientemente su “Metal Machine Music”), sus elogios a Kraftwerk en 1975, su negación del Bowie anterior a “Young Americans” y “Station To Station”, su extensa crónica de una gira de The Clash en 1977 por UK para el ‘NME’, su respeto por Richard Hell... En fin, la suma de su atrevimiento contra el establishment de los grupos dinosaurio, su desprecio por toda clase de pretensión y su exigente gusto selectivo activó en su obra un legado más moralista y sentimental de lo que pudiera parecer, compendio de –como él mismo escribió– sus inagotables dosis de pasión, amor, rabia, alegría, miedo, esperanza y lujuria. ∎